El presidente Donald Trump en su primer día en el cargo el lunes emitirá una orden que define el sexo de una persona como "masculino o femenino", requiriendo que las agencias gubernamentales usen la designación "inmutable" en formularios y documentos de identidad, mientras que también ordenará cambios en las políticas de las prisiones federales que rigen a los reclusos transgénero.
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Las políticas están incluidas en una orden ejecutiva, una de las docenas que se espera que Trump, de 78 años, firme poco después de asumir la presidencia hacia el mediodía.
La orden impedirá que las personas cambien su sexo en los pasaportes estadounidenses (que actualmente permiten a los titulares elegir hombre, mujer o "X") e intentará prohibir el tratamiento médico de transición para los presos. Es probable que ambas políticas se enfrenten a litigios.
La orden requerirá que el Departamento de Estado, el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias "garanticen que los documentos oficiales del gobierno, incluidos pasaportes y visas, reflejen el sexo con precisión", dijo el funcionario entrante.
Los estadounidenses desde 2010 (incluido durante el primer mandato de Trump) han podido cambiar su sexo en los pasaportes presentando formularios con la aprobación de un médico.
Sin embargo, el Secretario de Estado saliente, Antony Blinken, puso fin a la autorización del médico para los pasaportes en 2021 y añadió el marcador de género "X" en 2022.
Las políticas penitenciarias, por su parte, afectarán a una población que la Unión Americana de Libertades Civiles estima en 1.200 reclusos federales.
"Vamos a añadir privacidad en espacios íntimos... como las cárceles de mujeres, refugios para mujeres migrantes, refugios de violación, [y] asegurarnos de que los fondos de los contribuyentes no se utilicen para tener los llamados servicios de transición", dijo el funcionario entrante sobre la orden de Trump.
No está claro cómo afectará la política a las reclusas transgénero que se encuentran actualmente en cárceles de mujeres.
Muy pocas reclusas transgénero han recibido cirugías de transición con el dinero de los contribuyentes; se cree que la reclusa de Texas Donna Langan se convirtió en la primera en diciembre de 2022, informó The 19th.
Los derechos de los transexuales se convirtieron en un tema de campaña antes de las elecciones del año pasado, cuando Trump prometió intentar acabar con la participación de los nacidos varones en deportes femeninos.
La candidata presidencial demócrata Kamala Harris, vicepresidenta saliente, recibió una cobertura negativa y gemidos de sus aliados tras desvelarse su promesa en el pasado de apoyar los cambios de sexo financiados por los contribuyentes para los inmigrantes ilegales bajo custodia federal.
Harris se defendió argumentando que hacerlo era la ley y que Trump tendría que seguir las mismas pautas.
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