Traducido por el equipo de SOTT.net

Rennes y sus alrededores se enfrentan a la subida de las aguas y a evacuaciones urgentes a medida que la tormenta Éowyn trae lluvias incesantes.
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Las graves inundaciones afectan a la región francesa de Ille-et-Vilaine, ya que las lluvias torrenciales de la tormenta Éowyn continúan causando estragos este fin de semana. El departamento ha sido puesto en alerta naranja por riesgo de inundaciones y en alerta amarilla por lluvia e inundaciones, que afectan especialmente a las zonas de los alrededores de Rennes.

Las alertas se debieron a las importantes precipitaciones registradas de forma acumulada desde el 24 de enero de 2025 y las semanas anteriores.

Estas lluvias se sumaron a los suelos ya saturados, tras los anteriores aguaceros de principios de mes, provocando que los cursos de agua se desbordaran.



«Les niveaux sont à la hausse», advirtió Vigicrues, indicando el aumento de los niveles de agua en varias cuencas, incluidas las del Meu y el Ille-Illet. Las autoridades locales están en alerta máxima mientras controlan los niveles de agua, anticipando la continuación de las precipitaciones en los próximos días.

El 25 de enero de 2025, la situación de las inundaciones empeoró considerablemente. Se han cerrado varias rutas importantes, incluidas partes de la RN24, que conecta Rennes con Lorient, lo que ha provocado importantes interrupciones en los desplazamientos. Los servicios de emergencia están evacuando activamente a los residentes de las zonas más afectadas por las inundaciones, respondiendo a las llamadas de los ciudadanos preocupados. «Cette nuit, les pompiers s'attendent à être très sollicités», informó la fuente de noticias local Le Télégramme.

Los residentes han compartido sus temores y observaciones a medida que las condiciones de las inundaciones continúan evolucionando. Una de estas residentes, Marlène, expresó su alarma: «Es impresionante. Muchos habitantes de Rennes están tomando fotos. Tenemos miedo por nuestras viviendas», destacando tanto el espectáculo de las inundaciones como la verdadera preocupación por la seguridad de la propiedad.

Otro vecino, Nathan, de Pacé, se hizo eco de este sentimiento con su propia incredulidad ante la situación, afirmando: «Je n'ai jamais vu ça». Declaraciones como estas reflejan la gravedad de la situación, ya que las comunidades reaccionan y se preparan para los peores escenarios posibles.

Los esfuerzos por restablecer el orden han llevado a la ciudad de Rennes a activar su plan de emergencia comunitario. «Se ha creado un comité de crisis para hacer un seguimiento de la evolución de la situación», declararon los responsables de la alcaldía de Rennes. Esta medida proactiva indica la gravedad con la que los líderes locales ven la crisis de las inundaciones.

Los servicios de emergencia están especialmente atentos al estado de los ríos Ille y Meu, cuyos niveles de agua se acercan a los de inundaciones históricas pasadas. Los informes sugieren que los niveles de agua podrían superar los récords establecidos por las inundaciones de 2000 y se acercan poco a poco a las de 1981.

La ciudad se prepara para más lluvias previstas para este fin de semana, lo que agrava la ya precaria situación. Las autoridades instan a los ciudadanos a que presten atención a las advertencias, se mantengan informados a través de Météo France y Vigicrues, y eviten cualquier viaje o esfuerzo innecesario para desplazarse por zonas inundadas.

Los llamamientos a la vigilancia son cada vez más urgentes, ya que las autoridades locales y los servicios de emergencia trabajan para mantener a los residentes a salvo. La combinación de fuertes lluvias y suelos saturados en toda la región está creando las condiciones propicias para las inundaciones.

Los meteorólogos de Météo-France continúan vigilando de cerca la situación, con alertas de lluvia persistente e inundaciones que permanecen activas a medida que la situación evoluciona. La esperanza es que la comunidad capee otra tormenta y salga ilesa.

Con un pronóstico incierto y las tormentas intensificándose, las comunidades de Ille-et-Vilaine, particularmente Rennes, permanecen unidas, preparándose tanto para las amenazas inmediatas de inundación como para la tarea más larga de recuperación una vez que las aguas retrocedan.