Los bomberos rescataron a los residentes de las calles inundadas y los coches fueron arrastrados por las aguas en la provincia siciliana de Messina el domingo después de que en solo cuatro horas se registrara un mes de lluvia.
Las autoridades municipales declararon que la provincia había experimentado un «evento de magnitud excepcional».
Las horas de fuertes lluvias provocaron corrimientos de tierra, mientras que los vehículos aparcados cerca de los cursos de agua fueron arrastrados río abajo por las inundaciones.
La empresa de autopistas Anas cerró dos tramos de la carretera estatal Orientale Sicula y desvió el tráfico por rutas alternativas después de que los ríos Fiumedinisi y Agrò se desbordaran.
En la zona de Furci Siculo, el alcalde Matteo Francilia y el concejal local Agatino Pistone rescataron a un conductor que había quedado atrapado en un paso subterráneo inundado.
Varias calles de la localidad de Zafferia quedaron cubiertas de barro y escombros tras el desbordamiento del río Zafferia, lo que dejó a algunos residentes atrapados temporalmente en sus casas.
Los bomberos llevaron a cabo más de 100 operaciones el domingo.
En varias operaciones, los rescatistas utilizaron botes inflables para sacar a las personas atrapadas en sus casas y ponerlas a salvo.
No se reportaron heridos en la zona afectada, dijo el departamento de protección civil de Italia.
El alcalde de Messina, Federico Basile, declaró el domingo a la agencia de noticias LaPresse que «varias empresas están trabajando para despejar las carreteras, no solo del agua, sino también del barro y los escombros que las han cubierto».
«Se han activado todos los procedimientos necesarios», añadió.
Carreteras cubiertas por el granizo en Catania
«Estoy en contacto permanente con el jefe de nuestro departamento de Protección Civil y con el alcalde de Messina para coordinar las operaciones y garantizar la asistencia inmediata a la población afectada. Por el momento, la situación parece estar bajo control», dijo.
Las fuertes lluvias también afectaron a la región de Calabria, en la península italiana, el domingo, lo que obligó al alcalde de Catanzaro, Nicola Fiorita, a instar a los residentes a quedarse en casa.
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