Traducido por el equipo de SOTT.net

Como parte del acuerdo de alto el fuego en curso, las tropas israelíes se han retirado de la zona militarizada que divide Gaza en dos, llamada Corredor de Netzarim, y se han trasladado a la frontera oriental del enclave, Al-Jazeera hainformado de ello. Durante mucho tiempo se le ha llamado comúnmente «la zona de la muerte».
Netzarim corridor in central Gaza
© Israeli Defense ForcesCorredor de Netzarim en el centro de Gaza
El resultado es que, por primera vez en más de un año, los palestinos pueden cruzar libremente entre el norte y el sur de Gaza. El corredor se extendía por el mar Mediterráneo, y los vídeos muestran a grandes grupos de personas que regresan a sus comunidades, en gran parte destruidas.

El ejército israelí ha descrito que las tropas estaban «aplicando el acuerdo» de abandonar el corredor para facilitar el regreso de cientos de miles de palestinos.

Netzarim Corridor
Las FDI ocuparon el corredor de Netzarim, separando el norte y el sur de Gaza.
Fuentes israelíes han declarado al NY Times que las tropas de las FDI ya han salido del corredor de Netzarim el domingo por la mañana. El día anterior, Hamás había liberado a tres rehenes más de aspecto demacrado.

Hamas ha declarado la retirada de las FDI, que se acordó como parte de la primera fase de 42 días del alto el fuego, como «una victoria para la voluntad de nuestro pueblo, un logro supremo para la firmeza y el heroísmo de nuestra valiente resistencia, y una confirmación del fracaso de los objetivos de la agresión terrorista».

El acuerdo estipula a continuación que, el día 50 del alto el fuego, Israel debe retirarse del corredor de Filadelfia.
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Fotos satelitales que muestran la destrucción por parte de las FDI a través del centro de la Franja de Gaza.
Desde que comenzaron las principales operaciones terrestres israelíes tras el 7 de octubre, Israel ha intentado ordenar a todos los residentes del norte de Gaza que huyan al sur. Sin embargo, unos 400 000 desafiaron estas órdenes y permanecieron en sus comunidades en el norte, en medio de intensos combates.

«Soportamos el hambre, la sed, los bombardeos, el miedo, todo. Vivimos entre cadáveres, bajo las ruinas, comiendo alimentos que no eran aptos para animales. Pero nunca abandonamos el norte de Gaza», dijo a The Guardian un testigo presencial, Saaed Salem.


«Cada vez que el ejército israelí ordenaba una evacuación antes de una invasión terrestre, yo me mudaba solo a un barrio cercano. Y tan pronto como terminaba la invasión, yo era el primero en regresar», dijo.

Mientras tanto, Trump ha seguido presionando a Egipto y Jordania para que acojan al millón y pico de palestinos de la Franja de Gaza. Pero la realidad es que será simplemente imposible, sin el apoyo árabe. Los árabes, a su vez, han criticado esta campaña de limpieza étnica descarada y abierta de un territorio histórico y soberano. Las Naciones Unidas también han emitido tales condenas.