Traducido por el equipo de SOTT.netUna devastadora tormenta azotó la ciudad de Pariquera-Açu la madrugada del sábado 8 de febrero, provocando inundaciones masivas y daños materiales importantes.
Según el Centro Nacional de Monitoreo y Alertas de Desastres Naturales de Brasil (Cemaden), la zona experimentó
99,7 mm de lluvia entre las 7 y las 8 de la mañana, lo que contribuyó a causar estragos generalizados en toda la región de Vale do Ribeira.
Los informes indican que la precipitación total alcanzó los 174 mm desde el viernes por la mañana, lo que representa el 63 % de la precipitación media prevista para febrero. Las calles se convirtieron en ríos y numerosas casas y vehículos quedaron sumergidos bajo el implacable aguacero. Las imágenes que circularon en las redes sociales capturaron escenas de coches arrastrados por el agua y de residentes que luchaban por evacuar.
La gravedad de las inundaciones llevó a las autoridades locales a emitir alertas y coordinar respuestas de emergencia. La Defensa Civil de São Paulo participó activamente sobre el terreno, evaluando los daños y gestionando las zonas más afectadas. Su objetivo era, entre otras cosas, ayudar a los residentes atrapados por las inundaciones y evaluar las condiciones con la esperanza de volver a la normalidad lo antes posible.
Neoenergia Elektro también informó de interrupciones en el suministro eléctrico debido a la tormenta, y envió equipos para restablecer el servicio en los barrios afectados, en particular en los que albergan hospitales y centros de atención de urgencias, donde se arriesgan vidas si los cortes persisten. Declararon: «Nuestros equipos están dando prioridad a los esfuerzos de restauración, pero las inundaciones han hecho que el acceso a varias zonas sea extremadamente difícil».
Actualmente, la autopista Ivo Zanella (SP-222), que conecta con Pariquera-Açu, está completamente cerrada debido a los deslizamientos de tierra y las inundaciones, lo que ha llevado a la Autoridad de Transporte a instar a los viajeros a evitar desplazarse a la zona. Se aconseja a los automovilistas que busquen rutas alternativas, ya que las condiciones meteorológicas siguen siendo extremas.La Defensa Civil emitió advertencias sobre posibles lluvias continuas a lo largo del día, indicando posibles totales acumulados que oscilan entre 30 y 60 mm/h. Se aconsejó a los residentes que se mantuvieran alerta y preparados para más lluvias y posibles condiciones de emergencia. Sigue activa una alerta naranja, que indica un riesgo significativo de lluvias adicionales, deslizamientos de tierra e inundaciones repentinas.
Las agencias gubernamentales locales están vigilando de cerca el impacto de la tormenta y los servicios de emergencia permanecen en alerta. El objetivo es garantizar la seguridad pública junto con los esfuerzos para mitigar el impacto de la tormenta. La oficina regional de gestión de emergencias ha declarado: «Estamos en alerta máxima y actuaremos con rapidez para apoyar a nuestra comunidad durante esta crisis».
A pesar de las terribles circunstancias, la solidaridad de la comunidad ha surgido a medida que los residentes han comenzado a organizar esfuerzos de ayuda para los afectados. Ya se ha puesto en marcha una campaña de donación en la que se buscan ropa, mantas, alimentos y artículos de higiene personal. Se han establecido puntos de recogida por toda la ciudad para ayudar a quienes han perdido sus pertenencias y se encuentran actualmente desplazados debido a las inundaciones.
Las autoridades prevén más amenazas de lluvia durante el fin de semana, ya que las predicciones meteorológicas indican patrones climáticos inestables en la región. Por lo tanto, el gobierno insta a todos los residentes a seguir sus indicaciones y evitar viajes innecesarios para mantener la seguridad.
Aunque las autoridades aún no han declarado oficialmente el estado de emergencia, se está evaluando continuamente la gravedad de la situación. Se está evaluando el daño a la infraestructura, las viviendas y los servicios públicos, y se están recopilando informes de daños a la propiedad para informar futuras respuestas ante desastres.
La comunidad está conmocionada por el repentino desastre, pero tiene esperanzas de que continúe la asistencia del gobierno y las redes de apoyo regionales. La atención sigue centrada en la recuperación y en garantizar la seguridad pública mientras persiste la lluvia.
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