Traducido por el equipo de SOTT.net

Las fuertes lluvias del jueves por la noche y la madrugada del viernes han causado grandes trastornos en toda Cefalonia, dejando a familias atrapadas en vehículos, inundando casas y calles, y provocando corrimientos de tierra y avalanchas de escombros.
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La región de Livathous, en la parte sur de la isla, fue la más afectada por las condiciones climáticas extremas, con importantes daños en la red de carreteras, las conexiones de transporte y las infraestructuras. Según los medios de comunicación locales, padres e hijos quedaron atrapados en sus coches, mientras que muchos conductores quedaron varados durante horas mientras intentaban salir de la zona.


El tráfico se vio gravemente afectado, y los vehículos que llegaban de Kyllini se vieron obligados a tomar un desvío más largo a través de Sami para llegar a Argostoli. Algunos residentes también se vieron obligados a buscar rutas alternativas para llegar a la capital de la isla.

La situación fue especialmente grave en Karouza, donde los deslizamientos de tierra volvieron a bloquear las carreteras, lo que obligó a los equipos de emergencia de la autoridad regional a trabajar en la limpieza de las vías de acceso. La carretera Argostoli-Poros quedó intransitable cerca de Vlachata, cerca del cementerio local, debido al hundimiento del terreno y a la acumulación de agua.



En Poros, el río Bohynas planteaba un grave riesgo de inundación, con la preocupación de que pudiera desbordarse. Sin embargo, a medida que disminuía la intensidad de las lluvias, los niveles de agua comenzaron a descender, aliviando el peligro inmediato. No obstante, la carretera Poros-Skala seguía muy obstruida por toneladas de barro y grandes piedras que se habían desprendido de las laderas, lo que hacía imposible el paso.

Otros informes indicaban que las casas de la zona de Peratata estaban inundadas, lo que hacía que los residentes tuvieran que hacer frente a la devastación. En el pueblo de Kolaiti, una parte importante de la carretera se derrumbó cerca de una residencia, lo que provocó más trastornos.

Mientras tanto, en Svoronata y Metaxata, torrentes de agua se abrieron paso por las calles, sumergiendo patios e inundando al menos dos casas. Los residentes están haciendo esfuerzos desesperados para proteger sus propiedades, mientras la incertidumbre se cierne sobre las próximas horas mientras esperan nuevos acontecimientos.

Las autoridades instan a la precaución y permanecen en alerta máxima mientras la región se recupera de las severas condiciones climáticas.