
Hay muchas razones por las que puedes encontrarte desanimado, como volver a casa después de las vacaciones, no estar seguro de cuáles son tus objetivos en la vida o la falta de sentido y propósito que te impulse a seguir adelante. A veces, no hay una razón clara por la que nos encontremos desanimados.
Sea cual sea la causa, no pierdas la esperanza. Hay muchas cosas que puedes hacer para cambiar tu estado de ánimo.
1. Exprésate
Aunque suene obvio, una de las mejores maneras de salir de un bajón es explorar las razones por las que te sientes así.
Intenta escribir tus pensamientos y sentimientos más profundos sin juzgarlos, por muy inconexos que sean. O coge un pincel, pintura en spray, lápiz o tiza y expresa tus emociones a través del arte. Incluso puedes bailar, dejando que tus movimientos transmitan lo que sientes y te ayuden a llegar a la raíz de tu desánimo.
Sea cual sea la forma de expresión que te convenga, lo importante es que puedas exteriorizar tus sentimientos. Esto te ayudará a dar sentido a lo que está causando tu desánimo, y puede hacer que sea más fácil superarlo.
2. Recuerda los buenos momentos
Cuando estamos de bajón, a menudo nos invaden sentimientos de tristeza o indiferencia. Puede ser difícil reducir estas emociones negativas, sobre todo porque los sentimientos negativos sirven para algo, ya que nos ayudan a entender lo que nos pasa por dentro.
En lugar de intentar desterrar los malos sentimientos, intenta superponerles emociones positivas. Esto puede ayudarte a equilibrar tus emociones.
Puedes hacerlo cerrando los ojos y saboreando un momento feliz del pasado en el que te sintieras vivo, vibrante y realizado. Utiliza todos tus sentidos mientras revives esos recuerdos alegres.
3. Conectar con alguien
Los estudios demuestran que las personas más plenas no se encierran en sus pensamientos cuando se sienten mal. En lugar de eso, miran hacia fuera y se relacionan con los demás y con su entorno.
Así que, cuando estés desanimado, busca formas de conectar, aunque sea brevemente, con la gente que te rodea. Incluso una simple conversación con un desconocido puede levantarte el ánimo.
Si puedes, da un paso más y haz algo amable por alguien, o prueba ser voluntario. ¿Esto puede ayudarte a salir de tu bajo estado de ánimo dándote una sensación de plenitud?
4. Sanar en la naturaleza
Está demostrado que la naturaleza mejora el bienestar de muchas maneras, como bajando la tensión arterial, refrescando la mente y recordándote que formas parte de algo más grande que tú mismo.
Si te sientes desanimado, prueba a dar un paseo por el parque o busca un lugar tranquilo donde detenerte durante una excursión. Levanta la cabeza hacia el cielo, escucha el canto de los pájaros, sumérgete en el follaje y déjate envolver por el sonido del agua. Todas estas cosas están relacionadas con una mejor salud mental.
Prevenir el desánimo
Realizar cualquiera de estas actividades, aunque sólo sea una vez, puede cambiar tu estado de ánimo. Cuanto más a menudo las hagas, mejor.
Y una vez que hayas salido de tu bajón, hay cosas que puedes hacer para evitar caer en uno en el futuro.
1. Desarrolla la resiliencia
La resiliencia no consiste sólo en recuperarse. Se trata más bien de encontrar los recursos adecuados que te ayuden a salir del bajón y de saber utilizarlos con eficacia.
Por ejemplo, si relacionarte con tus amigos te ayuda a aumentar tu bienestar, esto se consideraría uno de los «recursos» que pueden ayudarte a salir de un bache. Por supuesto, las agendas pueden ser un obstáculo, así que tendrás que encontrar un momento que funcione mejor para todos.
En esto consiste la resiliencia. Identificar los recursos a los que recurres para prevenir esos sentimientos de bajón puede ayudarte a crear un kit de herramientas listo para usar cada vez que sientas que se acerca un bajón. Para crear tu kit de herramientas, piensa en las cosas que marcaron la diferencia a la hora de sacarte de un bajón la última vez.
2. Cultiva la esperanza
La esperanza no es sólo una ilusión. Se trata de cultivar la voluntad de seguir avanzando y de encontrar la manera de llegar hasta allí. Es un camino hacia una vida mejor, que nos mantiene centrados en el crecimiento.
Pero uno de los retos a la hora de construir la esperanza es la falta de una visión clara de dónde queremos estar. Para superarlo, tómate un tiempo para imaginar tu mejor escenario: cómo sería tu vida dentro de diez años si todo lo que siempre has deseado se hiciera realidad.
Dedica 20 minutos a escribirlo. No te preocupes por la ortografía o la gramática (esto es sólo para ti). Repite este ejercicio tantas veces como sea necesario para crear tu futuro ideal.
Cuando hayas terminado, escribe cómo puedes conseguir lo que esperas. Tener una visión bien definida de tu mejor yo posible puede ayudarte a mantenerte motivado y evitar que te sientas estancado, y también te dará una reserva de esperanza a la que recurrir cuando te enfrentes a tiempos difíciles.
3. Practica la autoaceptación
Lo más importante es que practiques la autoaceptación. Todo el mundo pasa por malas rachas, así que no seas duro contigo mismo por estar decaído: es sólo un estado temporal.
Acepta dónde estás y acéptate plenamente, independientemente de tu situación actual. Y recuerda que la autoaceptación no significa resignación. Se trata de reconocer que «está bien ser yo», al tiempo que te imaginas cómo quieres que «yo» evolucione en el futuro. Con esta mentalidad, puedes trabajar para convertirte en la persona que aspiras a ser.
A diferencia de los árboles, que están fijos en su sitio, nosotros tenemos flexibilidad para crecer y cambiar. Recuérdalo la próxima vez que te sientas estancado.
Comentario: Este artículo comparte técnicas sencillas pero eficaces para salir de un atasco mental. Más allá de sus consejos, considera la posibilidad de explorar otras estrategias como la meditación, el ejercicio, la estimulación del nervio vago y los ajustes en la dieta. ¿Podría algo en tu rutina, como ciertos alimentos, toxinas ambientales o hábitos, estar desencadenando inflamación en tu cuerpo y mente?