La cifra de las víctimas de las recientes fuertes lluvias y de la granizada en tres provincias afganas ascendió a 39 muertos, declararon hoy los funcionarios de la gestión de las catástrofes.
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Las inundaciones devastaron la provincia occidental de Farah, que lidia ocn una sequía desde hace años y la de Helmand.

Afganistán figura entre los países más pobres del mundo luego de décadas de guerra y, particularmente, expuesto a los efectos del cambios climático que, según los científicos causa condiciones meteorológicas extremas.Está además clasificado como el sexto país más vulnerable a este fenómeno.


Sequía, inundaciones, degradación del territorio y baja productividad agrícola son amenazas clave, de acuerdo con la ONU.

Las inundaciones repentinas de mayo del año pasado mataron centenares de personas y sumergieron amplias franjas de terrenos agrícolas en Afganistán, donde el 80% de las personas depende de la agricultura para sobrevivir.