Traducido por el equipo de SOTT.netLas intensas lluvias desbordan la infraestructura, dejando a miles de personas sin electricidad mientras la ciudad responde a los daños.
Curitiba sufrió graves perturbaciones el jueves 27 de febrero de 2025 por la tarde, cuando intensas tormentas azotaron la ciudad, provocando considerables inundaciones y cortes de electricidad en toda el área metropolitana.
La lluvia, que alcanzó un total de 41,6 mm en solo 30 minutos, desbordó los sistemas de drenaje locales y provocó importantes inundaciones en la terminal de autobuses de Boqueirão, uno de los principales centros de transporte de la ciudad.
Las imágenes del lugar mostraban la terminal inundada, con agua cubriendo los pasillos y las tiendas dentro de las instalaciones. Los viajeros no tuvieron más remedio que vadear el agua para llegar a sus autobuses. Según el gobierno local, las fuertes lluvias causaron retrasos menores en dos líneas de autobús, pero los servicios volvieron rápidamente a su horario habitual.
Los representantes del Servicio Meteorológico de Curitiba, que forma parte de Defensa Civil, indicaron que «... la precipitación de 41,6 mm en 30 minutos se considera muy superior a la media». Esta cantidad de lluvia cayó rápidamente, lo que provocó una importante escorrentía superficial e inundaciones.
Las inundaciones en la terminal de autobuses se vieron agravadas por la inadecuada capacidad de drenaje, ya que las cuencas de captación cercanas no pudieron hacer frente a la afluencia de agua. Para combatir futuras inundaciones, la ciudad ha instalado una cuenca de retención en la terminal de autobuses con capacidad para 500 metros cúbicos de agua, además de realizar un mantenimiento regular del río Belém.
A pesar de estas medidas preventivas, los efectos de la tormenta se sintieron ampliamente, y la Companhia Paranaense de Energia (Copel) informó de extensos cortes de energía. A las 16:30 horas, más de 54 665 unidades en Curitiba, São José dos Pinhais y regiones circundantes se quedaron sin electricidad debido a líneas cortadas causadas por vientos fuertes que superaban los 70 km/h y árboles caídos.
A las 19:00 horas, el número de unidades afectadas se redujo a aproximadamente 32 309, la mayoría de las cuales eran viviendas residenciales ubicadas dentro de la capital. Copel declaró: «179 equipos de Copel están trabajando sobre el terreno... hasta que se restablezca el servicio a todos los clientes», destacando su compromiso de restablecer rápidamente la electricidad.
La tormenta provocó la caída de árboles en 20 barrios, y el servicio de emergencias de la ciudad recibió más de 55 solicitudes de asistencia relacionadas con la caída de árboles. La Defensa Civil proporcionó varios números de contacto de emergencia, instando a los residentes a informar de los problemas y a buscar ayuda cuando fuera necesario.
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