Las fuertes lluvias hicieron crecer los ríos e inundaron las calles de Florencia, y las autoridades emitieron una alerta meteorológica roja para la histórica ciudad italiana y sus alrededores, instando a los residentes a permanecer en sus casas.
El servicio de bomberos publicó imágenes de coches parcialmente sumergidos en el agua en el barrio de Sesto Fiorentino, al norte del centro histórico de Florencia.
Dijo que a media mañana del viernes había recibido docenas de solicitudes de ayuda en toda la ciudad.
Las escuelas, parques y cementerios de Florencia y la cercana Prato ya habían sido cerrados el viernes después de que el día anterior se declarara una alerta meteorológica ámbar, una menos que la máxima alerta roja.
El Sr. Giani dijo que las compuertas y los tanques de expansión estaban listos para abrirse si fuera necesario para aliviar la presión sobre el Arno, el río que atraviesa Florencia y Pisa hasta el mar.
Al noreste, las autoridades también emitieron una alerta meteorológica roja para la región de Emilia-Romaña, donde las devastadoras inundaciones dejaron 17 muertos hace dos años.
Algunos ríos de la región, que incluye la histórica ciudad de Bolonia, ya estaban crecidos por los anteriores aguaceros.
El municipio dijo el viernes por la mañana que la situación estaba «bajo control», pero se pronosticaron más lluvias esa tarde.
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