
Además de detener la adquisición de aeronaves de esa empresa, Beijing decidió interrumpir las compras de cualquier tipo de equipos o piezas relacionadas con compañías estadounidenses, según fuentes anónimas citadas por Bloomberg.
La medida forma parte de la guerra arancelaria con Estados Unidos, que previamente impuso un arancel de 145 % a los productos chinos. En represalia, Beijing anunció impuestos aduanales de 125 % a los productos estadounidenses, lo que incrementa a más del doble los costos de los componentes y aeronaves fabricados en EE.UU.
Entretanto, las acciones de Boeing, que considera a China uno de sus mayores mercados en crecimiento pese a la posición dominante de su rival Airbus, cayeron en 2,5 % durante las operaciones bursátiles de este martes, luego del anuncio. En 2018, casi una cuarta parte de la producción de Boeing se destinó a China.
Según una de las fuentes, varias de las aerolíneas han acumulado una reserva de repuestos originales y de aeronaves más antiguas durante los últimos dos años, lo que podría ayudar a la industria a afrontar las restricciones de disponibilidad.
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