En este artículo de La Jornada, David Brooks y Jim Cason nos dicen que "Robert Kennedy Jr amenaza la salud pública y expone a EU a epidemias".
Primero, escriben que "según críticos", Kennedy es la principal amenaza para la salud pública en EE.UU. pero omiten decirnos quiénes son estos críticos, salvo por un ejemplo que veremos enseguida.
Luego, equiparan el despido de 20.000 empleados del sector público (de los CDC y la FDA), bajando la plantilla de 82 a 62 mil, con un mayor riesgo para la salud pública. Pero no se preguntan si TODOS los empleados despedidos son empleados esenciales, cosa que sabemos no es cierto gracias a D.O.G.E (el Departamento de Eficiencia Gubernamental, por sus siglas en inglés, liderado hasta estos días por Elon Musk).
Además, el comunicado de Georges C. Benjamin, director del APHA (American Public Health Association) al que hacen referencia Brooks y Cason como "evidencia" está igualmente lleno de suposiciones sin fundamento duro.
Finalmente, dos perlas informativas. La primera, como el autismo no está catalogado como enfermedad, no puede haber una epidemia. Pero Kennedy ha dicho que la data respalda no tanto la prevalencia, sino la severidad. Y bajo esa lupa, sin duda hay que prestarle atención a este padecimiento.
Por último, más fake news. Brooks y Cason nos dicen que Kennedy miente cuando afirma que:
Estados Unidos compra 70 por ciento de las drogas farmacéuticas del mundo (la verdad es que compra 6 por ciento)Pero eso NO es lo que ha dicho Kennedy, sino que:
El 70% de los beneficios de las empresas farmacéuticas proceden de Estados Unidos, a pesar de que sólo tenemos el 4,2% de la población mundial.Lo cual es una afirmación enteramente diferente y veraz.
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