Según numerosas fuentes, en los últimos días se han producido importantes avances en las relaciones entre Estados Unidos e Israel. Si los informes de los medios de comunicación israelíes y otros medios son correctos, el presidente Donald Trump ha decidido romper las comunicaciones con Netanyahu. Como sugieren las pruebas que se presentan a continuación, la administración Trump ha dado un giro radical en lo que respecta a Israel.

Si esto es cierto, podría estar relacionado con la destitución de Mike Waltz como asesor de seguridad nacional y su nombramiento como embajador ante las Naciones Unidas, debido a las sospechas de que Waltz se había comunicado con Netanyahu a espaldas de Trump y había instado al Gobierno a atacar las instalaciones nucleares de Irán en contra de los deseos de Trump. Philip Giraldi, director ejecutivo del Consejo para el Interés Nacional, ha llegado a sugerir que las actividades de Waltz podrían alcanzar el nivel de espionaje.

Además, según Channel 7/Israeli National News, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, canceló su viaje previsto a Israel para poder acompañar a Trump en las reuniones en la región. Este desaire a Israel difícilmente puede considerarse insignificante.
Además, un informe de Haaretz sugiere que la administración Trump está presionando a Israel para que firme un acuerdo de tregua antes de su viaje a Oriente Medio, al tiempo que amenaza con abandonar a Israel en su actual matanza y hambre de los palestinos en Gaza.
Mientras tanto, Haaretz también informó de que Trump ha ordenado ayuda para los palestinos en Gaza, alegando una crisis de hambre que los funcionarios israelíes han negado, alentado y/o celebrado.
Todo esto se produce tras la negociación por parte de Estados Unidos de un acuerdo de alto el fuego con los hutíes en Yemen sin la participación de Israel y tras las informaciones de que la Administración Trump mantendrá o ya ha mantenido conversaciones exclusivas con Irán sobre sus instalaciones nucleares, para sorpresa de los israelíes.
Y el golpe de gracia: el 10 de mayo, The Jerusalem Post informó de que Trump anunciaría el reconocimiento por parte de Estados Unidos de un Estado palestino, aunque el medio ha cambiado desde entonces su titular.
Si reconoce el Estado palestino y abandona a Israel a su suerte, Trump será aclamado como uno de los mejores presidentes diplomáticos de Estados Unidos de todos los tiempos. Por fin permitiría a los estadounidenses escapar del control de la «élite» israelí/judía sobre la política exterior e interior de Estados Unidos, un control que no ha hecho más que reforzarse desde el asesinato del presidente John F. Kennedy.
Las recientes declaraciones e informes distan mucho del plan de Trump de crear una «Riviera en el Mediterráneo» y contradicen los planes israelíes anunciados recientemente de destruir y ocupar completamente Gaza y expulsar a sus habitantes hambrientos a otros países.
Aunque el gran número de informes sugiere que se avecinan cambios importantes en la actitud y las políticas de la administración Trump hacia Israel, sería una tontería tomarlos al pie de la letra. Ya hemos visto antes vacilaciones descabelladas en la retórica de Trump. Y si los creyentes en el ajedrez en 5D tienen razón, la nueva retórica puede representar meras maniobras tácticas para llevar a Israel en la dirección que Trump tiene en mente.
Y no hay que descartar de plano una operación psicológica. La operación psicológica daría la apariencia de un retroceso de Estados Unidos respecto a Israel, antes de otra operación de bandera falsa israelí que arrastraría a Estados Unidos a nuevos conflictos en la región. Esperemos y recemos para que no seamos nosotros los manipulados y que Trump realmente esté cambiando de rumbo.
*Agradecimiento especial a CLG News, editora Lori Price, por la información y la ayuda editorial.
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