Traducido por el equipo de SOTT.netBueno, esto es incómodo. ¿Cuántas veces Ursula von der Leyen, presidente de la Comisión Europea y gobernante de facto no elegida de la UE, ha pronunciado sermones sobre transparencia como si fuera la gran sacerdotisa de una especie de Vaticano paralelo de Bruselas? Y ahora el propio Tribunal Supremo de la UE la ha denunciado en una sentencia por no practicar lo que predica.

© Thierry Monasse/Getty ImagesUrsula von der Leyen, Presidenta de la Comisión Europea.
Ya en 2023, durante su discurso sobre el Estado de la Unión Europea, haciendo su mejor imitación de alguien elegido por el público real, von der Leyen declaró la necesidad de apagar todos y cada uno de los claroscuros a la luz del sol con el fin de "no permitir que los caballos de Troya de ninguna autocracia ataquen nuestras democracias desde dentro".
"La transparencia debe caracterizar el trabajo de todos los miembros de la Comisión y de sus gabinetes",
dijo ya en 2019. "He pedido a los comisarios... que se comprometan más y sean más transparentes",
proclamó en un discurso ante parlamentarios de la UE el año pasado. La transparencia y la rendición de cuentas también
ocuparon un lugar destacado en su candidatura a la reelección por las élites dirigentes de la UE el año pasado.
Una gran noticia. Por fin puede embarcarse en esta noble misión y comenzar su viaje con poco más que una simple mirada al espejo. Porque el Tribunal de Justicia de la Comunidad Europea (el organismo que decide si las instituciones de la UE han cometido alguna ilegalidad y no sólo han ocupado su territorio habitual de idiotez elitista) acaba de decidir que la Comisión de
la Reina Úrsula no puede ignorar un montón de sus mensajes de texto propios de la era covid con un "¡uy!, han desaparecido; bueno, ¿qué se le va a hacer?". Que es básicamente la respuesta de la Comisión al
New York Times cuando este pidió ver esos mensajes.
¿Y cómo sabía el Times que esos textos existían? Porque Ursula se lo contó literalmente, alardeando en una entrevista de cómo había conseguido tantas vacunas porque era muy amiga del director general de Pfizer, Albert Bourla. Todo esto fue para un artículo que destacaba sus esfuerzos en la covid, publicado en abril de 2021: "Cómo Europa selló un acuerdo de vacunas de Pfizer con mensajes de texto y llamadas".
El artículo presentaba el mismo tipo de fotografía glamurosa que recordaba a los viejos tiempos en los que Úrsula fue ministra de Defensa de Alemania de 2013 a 2019, bajo el mandato de la excanciller Angela Merkel, y hacía sesiones de fotos delante de armamento militar mientras se arremolinaban las acusaciones de que había malversado el presupuesto con contratos de defensa turbios, incluso cuando la Bundeswehr se quedó atascada usando escobas en lugar de armas durante un ejercicio de la OTAN, como
informó el Atlantic Council en 2015.
"Durante un mes, la Sra. von der Leyen había estado intercambiando textos y llamadas con Bourla, el director ejecutivo de Pfizer... Pfizer podría tener más dosis que ofrecer al bloque, muchas más", se lee en el artículo del
New York Times, refiriéndose a la "diplomacia personal" que "desempeñó un papel importante en el acuerdo" de 1.800 millones de dosis de Pfizer contra la covid.
Así que el
Times se enteró de estos mensajes de texto y dijo: "Oh, genial. Veamos".
De repente la Reina Ursula se volvió mucho menos parlanchina. Así que el
Times llevó el asunto ante el Tribunal Supremo de la UE para obtener la divulgación. Y ahora este tribunal ha dicho, en términos legales, que Ursula no puede simplemente fantasmear al
Times, y al público por extensión, sin dar una razón real. Que
tiene que haber una "explicación plausible que justifique la no posesión" de los textos. Y también, el tribunal dice que "la Comisión no ha explicado de manera plausible" por qué pensó que estos mensajes eran tan triviales que podían ser vaporizados como si fueran sólo sus votaciones de texto del concurso de Eurovisión y no un asunto de dominio público que, por definición, debe mantenerse.
De estas charlitas salieron 71.000.000.000 de euros en contratos de inyecciones covid con las grandes farmacéuticas Pfizer y AstraZeneca, once de ellos para ser exactos, por un total de cuatro mil seiscientos millones de dosis, pagados con dinero sacado directamente de los contribuyentes de la UE. Suficiente para diez dosis por ciudadano de la UE.
Resulta que esa libertad de acción puede haber provocado algunas consecuencias que podrían haberse evitado si un grupo diverso de mentes hubiera participado en la cuestión, como dicta normalmente el protocolo, y no sólo la de Ursula. No es que no haya habido costosas consecuencias de todo esto.
Gran parte de la UE, como Alemania, Polonia, Bulgaria, Hungría, Lituania, Estonia, Eslovaquia y la República Checa, se queja de las dosis sobrantes que les corresponden, e insta a Bruselas a renegociar las condiciones contractuales con las grandes farmacéuticas.
Al parecer Alemania sola se ha deshecho de doscientos millones de dosis. Sin embargo, es difícil negociar cuando ni siquiera se sabe a ciencia cierta cuáles eran las condiciones, como señaló el año pasado el segundo tribunal europeo en importancia. "La Comisión no dio al público un acceso suficientemente amplio a los acuerdos de compra de las vacunas Covid-19... La Comisión no demostró que un acceso más amplio a esas cláusulas perjudicaría realmente los intereses comerciales de esas empresas",
dictaminó.
Los detalles de estos contratos (cómo se hicieron, qué dicen y cómo se supone que alguien puede echarse atrás si los ciudadanos se niegan amablemente a sacar el máximo partido de su tarjeta de diez pinchazos) siguen siendo un misterio.
En 2024, Bruselas más o menos se encogió de hombros y sugirió que en realidad sólo podía ser tan transparente como los tribunales la obligaran a serlo. Así que, ¿qué se le va a hacer? "En general, la Comisión concede el acceso público más amplio posible a los documentos, en consonancia con los principios de apertura y transparencia", dijo la UE, subrayando que la sentencia del tribunal inferior "confirmó que la Comisión tenía derecho a proporcionar sólo un acceso parcial".
Buenas noticias, chicos. Vuestro propio tribunal superior acaba de dictaminar que ahora podéis ser mucho más transparentes. Así que volveos locos. Sed el cambio que decís que queréis ser en el mundo. Ya no hay nada que os frene. Si la transparencia fuera una vacuna, este tribunal acaba de darle un refuerzo a Ursula. Así que veremos si hace efecto. No voy a contener la respiración.
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