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Dos recolectores de setas españoles descubren una mina de oro de la época romana que podría ocupar 150 hectáreas y aún contendría el mineral.
El hallazgo tuvo lugar en Galicia, en el noroeste de España, entre las localidades de Foz y Barreiros, según el periódico español '
El País'.Durante su última excursión a la zona de Foz, dos vecinos de la comarca de A Mariña
se toparon casualmente con un parapeto paralelo a un foso. Al otro lado del foso se levantaba otro parapeto, seguido nuevamente de un foso, y así sucesivamente. La fortificación parecía excesiva y Manuel Miranda, uno de los buscadores de setas, volvió a casa intrigado por el descubrimiento.
Al repasar la toponimia de la zona, que contiene nombres como Rego Grande, Pozo Mouro, Quebradoiro, Cal, Furada, Piego, Meixador, etc., el misterio empezó a desvelarse. "Nos dimos cuenta de que muchas de estas palabras hacían referencia al agua, a las conducciones, a los pozos... y que eso tenía que indicar algo", explicó Miranda.