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La Unión Europea aumenta las presiones sobre Grecia, tras el anuncio del primer ministro Giorgos Papandreu de someter a consulta popular los recortes sociales que debe emprender su ejecutivo a cambio de un préstamo de la troika (BCE, UE y FMI).

La propuesta del primer ministro fue apoyada en pleno por el gobierno este martes tras una reunión extraordinaria al considerar que los recortes que habría que aplicar para obetener un segundo préstamo podría profundizar la crisis social y por lo cual consideraron necesaria la consulta popular.

De acuerdo al periódico galo Le Monde, el presidente Nicolás Sarkozy y la canciller alemana Ángela Merkel han bloqueado una parte del primer préstamo para el país heleno, valorado en 8.000 millones de euros.

La cifra corresponde a un paquete aprobado en mayo de 2010 a cambio de que Papandreu aplicara un conjunto de medidas neoliberales que afectan especialmente a las clases populares.

En Alemania las reacciones contra la consulta popular han superado el descontento y se han convertido en amenazas. El ministro finlandés de Asunto Europeos y Comercio Exterior, Alexander Stubb, advirtió que el referéndum griego implica, en realidad, "una votación sobre su pertenencia a la UE".

La propuesta del gobierno griego impactó de tal manera en las cúpulas financieras europeas que hasta la agenda de la Cumbre del G20 que se llevará a cabo en Cannes, Francia, ha cambiado.