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© DesconocidoBernard-Henri Levy
El intelectual Bernard-Henri Levy, que convenció al presidente francés Nicolas Sarkozy de lanzar una operación militar en Libia al frente de la OTAN para deponer a Muamar Gadafi, dijo este domingo que había actuado en parte en nombre de su fidelidad al sionismo y a Israel.

"No lo hubiese hecho si no hubiese sido judío", dijo el escritor y filósofo francés, ante un auditorio de unas 900 personas reunidas en París con motivo de una convención de organizaciones judías.

Levy, defensor de los rebeldes libios, convenció a Sarkozy de involucrarse primero diplomáticamente, y luego militarmente, en Libia, según relata él mismo en un libro publicado este mes en Francia.

En "La Guerre sans l'aimer" (la guerra sin amarla), publicado por la editorial Grasset, el filósofo cuenta su papel de intermediario entre la presidencia francesa y la resistencia libia, retranscribiendo incluso algunas conversaciones con Sarkozy.

Levy dijo el domingo que en su campaña contra Gadafi había actuado "por razones múltiples", incluyendo "la universalidad de los derechos humanos" y "como francés". "Estaba orgulloso de contribuir a que mi país esté a la vanguardia del respaldo a una insurrección popular que libró al mundo de uno de sus peores tiranos. A veces me ha sucedido estar orgulloso de ser francés".

El intelectual agregó que "hay otra razón, de la que se ha hablado poco", aunque dijo haberla mencionado en Libia, país que visitó en reiteradas ocasiones durante el conflicto. "Esa razón es que soy judío, y es en calidad de judío que he participado en esta aventura política".

"He llevado como estandarte la fidelidad a mi nombre, lo hice en calidad de judío. Mi voluntad de ilustrar ese nombre y mi fidelidad al sionismo y a Israel. Lo que he hecho todos estos meses, lo hice como judío. Y como todos los judíos del mundo, estaba preocupado. A pesar de esa ansiedad legítima, se trata de una rebelión que es necesario recibir favorablemente: lo que había antes era uno de los peores enemigos de Israel", aseguró.