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El Reino Unido se quedó hoy solo en su rechazo al pacto europeo para reforzar la disciplina fiscal y salir de la crisis después de todos los demás socios europeos expresasen su disposición a sumarse al acuerdo, incluidos Suecia, República Checa y Hungría.

El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha explicado que el nuevo pacto de disciplina fiscal se firmará en marzo de 2012, mientras que el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, se ha mostrado convencido de que la ratificación podrá lograrse "en un plazo muy reducido".

- Acuerdo para llegar a un pacto fiscal

Los presupuestos de las administraciones públicas estarán equilibrados o con superávit. Este principio se considerará respetado si, por norma general, el déficit estructural anual no excede del 0,5 % del producto interior bruto (PIB) nominal. Además, esta norma se introducirá en los ordenamientos jurídicos de los Estados miembros, integrándola en la Constitución o en una norma de nivel equivalente.

Al mismo tiempo, se establecerá un mecanismo para que los Estados miembros informen con antelación de sus planes nacionales de emisión de deuda pública.

-Habrá doble fondo de rescate

Adelantar en un año, para julio de 2012, la puesta en marcha del Mecanismo de Estabilidad Financiera (MEDE) y mantener el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) hasta mediados del 2013. Entre los dos, tendrán una capacidad de préstamo de 500.000 millones de euros.

- No habrá quitas de deuda

No se volverá a pedir al sector privado que comparta costes en caso de un impago parcial o total de deuda, como fue el caso de Grecia, que habrá sido un caso "único y excepcional".

- El FMI tendrá un papel relevante

Provisión de 200.000 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI) -que deberá ser confirmada en 10 días- para garantizar que la institución de Washington tiene suficientes recursos para hacer frente a la crisis.

Reino Unido se queda solo

"Todos los países no miembros de la Eurozona menos uno están considerando su participación", señaló el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, al término del encuentro de dos días que celebraron en Bruselas los jefes de Estado y de Gobierno de la UE.

Bulgaria, Dinamarca, Letonia, Lituania, Polonia y Rumanía ya habían expresado a primera hora de la mañana su intención de sumarse al proceso, mientras que Suecia, República Checa y Hungría dijeron poco después que harían lo mismo tras consultar con sus respectivos parlamentos, como recoge el documento final de conclusiones de la cumbre de líderes europeos.

El primer ministro británico, David Cameron, cumplió sus amenazas de bloquear una solución a Veintisiete si esta no incluía los intereses del Reino Unido.

Las reclamaciones británicas de quedar excluido de la regulación financiera de la UE, fueron definidas como "inaceptables", por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y dieron como resultado el aislamiento de Cameron, quien se fue tras la cumbre sin hacer declaraciones a la prensa.

Hungría insistió en que, si bien necesitaba confirmación de su Parlamento antes de sumarse al proceso para reforzar la disciplina fiscal, su posición no se situaba en la misma línea que el Reino Unido.

Más allá de los problemas de forma, los Veintisiete sí lograron un acuerdo para acelerar un año la entrada en vigor del fondo de rescate permanente y combinarlo hasta mediados de 2013 con el fondo temporal, así como transferir al Fondo Monetario Internacional 200.000 millones de euros para ayudar a países en crisis.

También hubo consenso sobre el pacto de disciplina presupuestaria, que consagra la "regla de oro" para que los países no tengan déficit estructurales anuales superiores al 0,5 % del PIB, que además se incluirá en las constituciones de los países o en legislaciones equivalentes.