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Justo al vencer el plazo marcado por el gobierno de Pakistán, Estados Unidos abandonó hoy la base de aviones teledirigidos que hacían la guerra a los talibanes y segaron cientos de vidas inocentes.

La noticia desplazó a todas las demás en los principales espacios de los informativos nacionales: los drones, el equipamiento militar y los 71 soldados estadounidenses estacionados en el pequeño aeropuerto de Shamsi, en la noroccidental provincia de Baluchistán, habían sido evacuados "totalmente".

Estados Unidos abandonó ese enclave en el plazo que se le dio, ahora bajo control de las fuerzas pakistaníes, anunció por la televisión el primer ministro, Yousuf Raza Gilani.

Esa fue una de las exigencias de Islamabad luego que el 26 de noviembre pasado, aeronaves de la Organización del Tratado del Atlántico Norte ametrallaran a mansalva dos puntos de control en la frontera con Afganistán y mataran a 24 soldados.

Desde hace días Estados Unidos trasladaba a Afganistán sus aviones no tripulados, soldados, radares y otros equipos sensibles. Hoy sacó al último hombre y arrió la bandera.

La base aérea de Shamsi fue arrendada en 1992 por los Emiratos Árabes Unidos para las expediciones de caza de la familia real, pero con la anuencia de Pakistán se la alquiló a Estados Unidos en 2001, poco después de los atentados al World Trade Center, en Nueva York.

Washington instaló allí sus drones en 2004, bajo la dirección de una división especial de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

Ayer, un jefe militar pakistaní dijo, bajo condición de anonimato, que ese era un capítulo cerrado y que cualquier aparato que invada nuestro espacio aéreo será considerado hostil y derribado.

Otros oficiales señalaron que la orden procedía del general Pervez Ashfaq Kayani, considerado uno de los hombres más poderosos del país.

A inicios de mes, en un mensaje público a las tropas, Kayani, jefe del Ejército, advirtió que Pakistán rechazaría con toda su fuerza, sin importar el costo ni las consecuencias cualquier nueva agresión como la del 26 de noviembre y concedió a sus efectivos plena libertad para responder.

Esta fue la tercera vez que Islamabad pedía a Estados Unidos desalojar la base de Shamsi.

La primera, en enero de este año, fue después del asesinato de dos ciudadanos pakistaníes por un contratista de la CIA; la segunda, en mayo pasado, tras la operación encubierta que culminó con la muerte de Osama bin Laden.

Aunque los supuestos objetivos de los drones eran los talibanes activos en la frontera afgano-pakistaní, con harta frecuencia gente inocente era víctima "errónea" de sus misiles, lo que generó en la población un natural sentimiento antiestadounidense.

En octubre último, un reporte de la Oficina de Periodismo de Investigación, con sede en Londres, reveló que los aviones-robot habían matado unos 170 niños pakistaníes desde que la CIA comenzó a utilizarlos en ese país.

El informe también indicó que los golpes aéreos sobre Pakistán aumentaron bajo la presidencia de Barack Obama y totalizaron 236, a razón de uno cada cuatro días.