La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) otorgó a la empresa Monsanto un permiso de siembra en etapa piloto de maíz genéticamente modificado (GM) para el estado de Tamaulipas pese a existir diversas irregularidades en la solicitud e ignorando las opiniones técnicas emitidas por distintas instituciones y autoridades públicas en el sentido de la no conveniencia de otorgar el permiso.
A través del análisis de información obtenida por Infomex, Greenpeace detectó diversas inconsistencias, entre ellas: (i) a pesar de que la solicitud del permiso de siembra piloto fue promovida por "Semillas y Agroproductos Monsanto S.A. De C.V.", éste le fue otorgado a la empresa Monsanto Comercial, S.A de C.V., siendo dos personas distintas; (ii) aunque Monsanto solicitó como superficie de siembra 24.2 hectáreas para 11 localidades (2.2 h. para cada una), la autoridad agrícola determinó autorizar la siembra de 0.24 hectáreas en el municipio de Valle Hermoso-3, en Tamaulipas, lo que llevó a Monsanto a interponer recurso de revisión el día 30 de marzo de 2011, resuelto desfavorablemente el día 28 de junio del mismo año; finalmente (iii), Monsanto decidió no realizar la siembra piloto de maíz GM para la solicitud número 90/2010 por causas desconocidas.
Además hubo otras inconsistencias en el otorgamiento del permiso: la falta de información en las solicitudes; el exceso de confidencialidad; y el conflicto de interés en la implementación de la siembra experimental a través de agricultores cooperantes sin la participación de instituciones públicas Aunque en Tamaulipas se localiza 12 por ciento de las 59 razas nativas registradas en México, cuya contaminación por el flujo de transgenes no se descarta, el 08 de marzo de 2011, la Sagarpa otorgó el permiso a la empresa ignorando opiniones técnicas emitidas por distintas instituciones y autoridades públicas.
La organización denunció que las opiniones vertidas por la Comisión para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), el Instituto Nacional de Ecología (INE) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) fueron en sentido negativo a la solicitud de siembra piloto de maíz genéticamente modificado (GM); sin embargo, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), organismo perteneciente a la Sagarpa, otorgó el permiso amparado en la solicitud 090/2010 a pesar de opiniones que señalan lo inviable y riesgoso que podría resultar escalar la extensión de siembras de maíz GM en un centro de origen y diversidad de maíces.
"Las siembras experimentales han presentado una serie de irregularidades y representado, por ende, una gran farsa", denunció Aleira Lara, coordinadora de la campaña de Agricultura sustentable y transgénicos de Greenpeace.
"Aún cuando se ha pregonado por científicos y empresas agrobiotecnológicas que la etapa experimental de maíz GM permitiría recabar datos sobre la eficacia biológica del gen y las características de efectividad agronómica bajo la aplicación de estrictas medidas de bioseguridad, que tienen como fin garantizar que no exista dispersión involuntaria del polen de maíz GM, en los protocolos de investigación de las empresas promoventes no se ha evaluado el flujo génico hacia cultivos convencionales y nativos, por lo cual no es viable, ni técnica ni jurídicamente escalar las siembras experimentales a la fase piloto", concluyó María Colín, asesora legal de Greenpeace.
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