Joachim, la primera tormenta invernal en azotar el territorio francés, causó graves perturbaciones en el transporte ferroviario y cortes de energía eléctrica e hizo encallar a un barco de carga en la costa atlántica.

El TK Bremen, de bandera maltesa, quedó parcialmente destruido en la región de Bretaña y varias toneladas de combustible cayeron al mar y amenazan con contaminar las playas cercanas, informaron autoridades locales.

Ninguno de los 19 marineros a bordo de la nave sufrió daños y fueron evacuados por helicópteros.

La fuerza de los vientos de más de 100 kilómetros por hora provocó cortes en la energía eléctrica que afectaron a más de 400 mil viviendas en el oeste francés, por donde ingresó la tormenta.

El vendaval hizo que la Autoridad de Seguridad Nuclear activara el plan de vigilancia en varias centrales ubicadas en las zonas afectadas.

Además, la mayor parte de los ferrocarriles en esa región están detenidos en las estaciones hasta que finalice la limpieza de toda clase de objetos acumulados por las violentas rachas sobre las vías férreas.

Hasta el momento medio centenar de personas fueron evacuadas ante el riesgo de inundaciones en algunos poblados costeros, donde las olas pueden superar los 10 metros de altura, según las previsiones de Météo France.

Un total de 48 departamentos se encuentran en estado de alerta naranja y el resto del país en vigilancia amarilla debido a los vientos, las lluvias y las cadenas de olas provocadas por la tempestad.

La organización meteorológica nacional recomendó a las personas evitar desplazamientos innecesarios y abstenerse de visitar las zonas costeras.

Tras el paso de la tormenta, se espera un severo descenso de las temperaturas en todo el país