Científicos alemanes observaron que en el cerebro de las personas que se quitan la vida existe una alta densidad de una familia particular de células, las llamadas "neuronas de von Economo", cruciales para elaborar estímulos emotivos complejos como el sentimiento de culpa, la empatía o la incomodidad.

La investigación, citada en la revista Scientific American, fue dirigida por Martin Brne, de la Universidad de Bochum, y publicada en el periódico científico PLoS ONE. Las neuronas de von Economo son células grandes y fusiformes que se hacen más densas sobre todo en zonas del cerebro cruciales para la emotividad, como la corteza cingulada anterior y la ínsula anterior. Su superficie es rica en receptores para reaccionar a los neurotransmisores de las emociones, como la vasopresina y la serotonina.

Por otra parte estas neuronas son patrimonio solo de los animales más evolucionados. Esto es un indicador de que sirven donde se hay complejas interacciones sociales.

Es posible que demasiadas neuronas de este tipo vuelvan al individuo hipersensible y más sujeto a disturbios al punto de sentir la vida como un peso insoportable.