- Han descubierto rastros genéticos inconfundibles en una especie relacionada
- El ADN de las tortugas actuales indica que son una mezcla entre especies
- El hallazgo permite insuflar esperanzas en la conservación de estos animales

Tortugas gigantes de Galápagos
© AFP Photo / Yale University / V. WolfUna tortuga híbrida de ’C. becki’ en las que se han descubierto rastros genéticos de la especie desaparecida.
Una rara especie de tortuga gigante de Galápagos, que se creía extinta hace 150 años, podría seguir viva en alguna parte de estas islas o en algún lugar desconocido, según los estudios de un equipo de investigadores de Estados Unidos.

El informe, publicado en la revista Current Biology, señala que los científicos de la Universidad de Yale han obtenido rastros genéticos -muestras de ADN- de los animales supuestamente extinguidos en algunos ejemplares actuales, lo que implica que la especie todavía puede existir, aunque en cantidades muy pequeñas.

Los investigadores han encontrado la 'firma genética' de esta tortuga, Chelonoidis elephantopus, en decenas de ejemplares de una especie relacionada, Chelonoidis becki, que vive en una isla cercana a la que se encontraron originalmente las tortugas desaparecidas.

Los científicos de Yale tomaron las muestras de ADN de 2.000 tortugas de C. becki y encontraron huellas inconfundibles e irreprochables de la especie antigua en su descendencia.

Según sus cálculos, ochenta y cuatro ejemplares actuales tienen un ADN que indica que son una mezcla entre ambas especies, lo que podría suponer una oportunidad extraordinaria y única para resucitar una especie que se creía extinta, como recoge Wired.

Hasta donde se conoce, este es el primer informe del 'redescubrimiento' de una especie por el método de las huellas genéticas reflejadas en el genoma de su descendencia híbrida, por lo que los científicos consideran que este hallazgo permite insuflar esperanzas en la conservación de este 'buque insignia' de la especie.

Una especie impresionante

Las tortugas de Galápagos son famosas por la influencia en las teorías de la evolución de Charles Darwin. Pero el aspecto físico de las tortugas, sobre todo de las Chelonoidis elephantopus, llama la atención por sí mismo.

Estos ejemplares pueden pesar unos 400 kilos, miden más que la mayoría de los humanos, más de 180 centímetros, y viven alrededor de 100 años en estado salvaje. Hoy en día existen algunos ejemplares de 13 especies similares consideradas en riesgo extremo de extinción.

Orginalmente, la C.elephantopus solo fue descubierta en la isla Florena, donde se supone que se extinguieron poco después de la histórica llegada de Darwin a las Galápagos en 1835.

El transporte de tortugas de una isla a otra, realizado por piratas o balleneros, era algo habitual a principos del siglo XVII. De este modo, según los investigadores, algunos ejemplares fueron transportados al norte de la isla Isabela desde la isla Floreana, considerada su hábitat natural.

Tras el muestreo genético, los investigadores han descubierto pruebas que sugieren la verdadera C. elephantopus podrían vivir en la isla.

Para ello, los científicos han comparado las tortugas vivas con especímenes conservados en museos de historia natural y han descubierto que sus genes solo pueden explicarse si uno de sus progenitores era una tortuga C. elephantopus.

Aunque los científicos consideran que la hibridación es perjudicial para conservar la biodiversidad, en este caso, aseguran, los híbridos pueden ofrecer una oportunidad para resucitar a una especie extinta a través de esfuerzos de cría intensivos.