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Uno pensaría que con una nueva administración en la Casa Blanca, las atrocidades y los niveles de corrupción que corrieron rampantemente durante los años del presidente George W. Bush (posiblemente el peor presidente en toda la historia de los EE.UU.) por parte de la compañía de biotecnología Monsanto, las cosas cambiarían para bien. Ahora, a pesar de las solicitudes formuladas bajo la Ley de Libertad de Información (FOIA) para la correspondencia de la Casa Blanca con el público norteamericano, la administración del presidente Obama se niega a cumplir con los llamados a revelar la naturaleza de las conversaciones con cabildeadores representantes de la monstruosa compañía Monsanto. Aquí vamos de nuevo...

El grupo estadounidense sin fines de lucro Empleados Públicos para la Responsabilidad Ambiental (PEER) está exigiendo que la Casa Blanca cumpla con una solicitud del Freedom Of Information Act (FOIA) para obtener información que podría vincular a la administración del presidente Obama con los lobbistas (cabilderos políticos) de la corporación Monsanto.

Monsanto, una empresa de biotecnología agrícola que recauda miles de millones de dólares cada año, se ha convertido en el enemigo de los agricultores independientes estadounidenses en los últimos años después de que la empresa demandó legalmente a cientos de pequeños y humildes productores y, en muchos casos, la gigantesca empresa compró aquellas fincas cuyos dueños eran incapaces de competir en un tribunal de ley. Como las ganancias de Monsanto crecen y el grupo se acerca a monopolizar el mercado de la agricultura de América, la compañía a la vez continúa prosperando debido al uso de las controvertidas semillas de ingeniería genética, las cuales lograron patentizar.

300,000 agricultores orgánicos en todo Estados Unidos están tratando de llevar a Monsanto a la corte para tratar de poner fin a la empresa de continuar su guerra contra los productores independientes, pero hasta el momento, esto ha sido prácticamente imposible. Al respecto, el grupo PEER sospecha que la negativa de la Casa Blanca para dar cumplimiento a la solicitud de información puede deberse a que Monsanto tiene algunos amigos poderosos en la Casa Blanca.

En particular, el grupo PEER está tratando de obtener cierta información, que entró en la bandeja de entrada de correo electrónico de un analista de la Casa Blanca por parte de un cabildeador político de la Biotechnology Industry Organization (BIO), que representa a Monsanto y otros fabricantes de semillas de ingeniería genética. La Casa Blanca dice que la revelación de los detalles de esta información podría ofrecer a las empresas que compiten una ventaja, pero PEER piensa que la verdad detrás de dicha información es mucho peor que eso.

"Sospechamos que la razón por la cual un cabildero de la industria comparte tan caballerosamente una estrategia con el gobierno, es que la Casa Blanca es parte de esa estrategia", dijo Kathryn Douglas, -representante legal del grupo PEER- para el sitio web Truthout. "La postura legal de la Casa Blanca es tan creíble como afirmar que la fórmula secreta de Coca-Cola fue 'accidentalmente' dejada en una bolsa de lona en la estación de autobuses".

Michael Taylor, un ex abogado del Departamento de Agricultura de EE.UU. y cabildeador para Monsanto, fue nombrado recientemente para desempeñar un papel en el gobierno federal como comisionado adjunto de alimentos en la Administración de Alimentos y Drogas de EE.UU. (FDA). Desde entonces, la FDA ha derribado las peticiones de los grupos de protección al consumidor para ETIQUETAR CLARAMENTE los productos genéticamente modificados (GMOs). Con la conexión Casa Blanca-Monsanto ya establecida con el nombramiento de Taylor, el grupo PEER y otros están interesados ​​en saber qué otros vínculos pueden existir entre ambos.

La investigación del grupo PEER se deriva de un correo electrónico obtenido anteriormente en el que la lobbista de biotecnología, Adrianne Massey, preguntó a un funcionario de la Casa Blanca si y cómo el gobierno estaba tratando una demanda legal iniciada por el grupo PEER. En este caso, el grupo logró pelear y ganar para evitar que cultivos modificados genéticamente fueran plantados en refugios de vida silvestre. PEER está demandando ahora a la Casa Blanca para el resto de la correspondencia y demás correos electrónicos relacionados.