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Son trozos de madera, botes y partes de automóviles, que se han desplazado unos 4.830 kilómetros en el océano Pacífico y se acercan a las costas de islas remotas, como Hawai

El tsunami ocurrió poco después de un terremoto de magnitud 9 que sacudió el 11 de marzo de 2011 en Japón. Casi un año después, la coordinadora de escombros marinos de tsunamis de la Administración Nacional del Océano y Atmósfera (NOAA), Ruth Yender, informó este martes que los trabajadores de la agencia que rastrean los escombros han realizado recorridos en aviones de la Guardia Costera que patrullan con regularidad ese archipiélago y han confirmado su arribo en las próxima semana a atolones al noroeste de las principales islas de Hawai.

La NOAA también pidió a los científicos instalados en Midway y otros atolones que estén atentos ante la llegada de los residuos.

Yender indicó que hasta ahora ningún escombro confirmado del tsunami ha llegado a costas estadounidenses, incluyendo grandes boyas al parecer procedentes de cultivos japoneses de ostras que fueron encontrados en Alaska a finales del año pasado. Sucede que boyas similares han llegado al litoral de Alaska y a la Costa Oeste de los Estados Unidos antes del tsunami del 11 de marzo, señaló.

Nikolai Maximenko, investigador y experto en corrientes oceánicas en la Universidad de Hawai, dijo que la dispersión de los desechos complica su rastreo, pero no los vuelve menos peligrosos.

Entre 1% y 5% del millón a dos millones de toneladas de escombros que se encuentran todavía en el océano podrían llegar a Hawai y también a las costas de las regiones estadounidenses de Alaska, Oregon y Washington, así como a la provincia canadiense de Columbia Británica, indicó Maximenko.

Eso sería sólo una parte de los entre 20 y 25 millones de toneladas de escombros que han generado los tsunamis en general, incluyendo los desechos que permanecieron en tierra.