Los partidos opositores de Chile amenazan con frenar las labores legislativas en el país en protesta por la falta de flexibilidad del Gobierno frente al movimiento social en la región de Aysén.



La oposición acusa a las autoridades de poner trabas a la solución del conflicto. El Gobierno de Sebastián Piñera rechaza dialogar con los indignados que piden mejoras sociales, exigiendo la desmovilización completa en la región. Mientras tanto las manifestaciones de los habitantes de Aysén, que duran desde principios de febrero, a menudo terminan con enfrentamientos violentos con los carabineros.

El diputado del partido comunista chileno y abogado de los derechos humanos Hugo Gutiérrez indica que estas reivindicaciones están justificadas. "Aysén es una región excluida de la sociedad chilena, es un lugar del territorio nacional donde no hay ningún camino, ninguna carretera para llegar allí", dijo Gutiérrez en declaraciones a RT.

El diputado también enfatizó que "todas las exigencias de este movimiento social por Aysén están totalmente justificadas y nosotros como diputados las apoyamos".

Hablando se entiende la gente

En referencia a las medidas adoptadas por el Gobierno de Piñera, el abogado aseguró que deberían optar por la vía del acuerdo mutuo aunque las autoridaddes "aún insisten en que la solución sea a través de la represión policial".

"Yo creo que el camino que está tomando este Gobierno de derecha es el camino de la violencia hacia los ciudadanos, es el camino del no diálogo y no va a terminar bien si siguen persistiendo en condicionar el diálogo", concluyó Gutiérrez.

En el país austral hay también quienes creen que la postura intransigente del Ejecutivo demuestra que el interés no está en solucionar los problemas, sino en quedar bien con la derecha más dura del país.

La decisión del Ejecutivo de condicionar la respuesta a las demandas de los asesinos al fin de la movilización popular derivó en críticas de todos los sectores políticos, incluidas voces influyentes de la propia coalición gobernante.

Las manifestaciones en esta zona del país se han venido realizando desde hace casi un año, y según el vicepresidente de la oficialista Renovación Nacional, Manuel José Ossandón, si no hay una política clara de descentralización "habrá 100 estallidos más".