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Los mundos rocosos, como la Tierra, pueden hallarse cerca de estrellas más jóvenes que poseen grandes discos protoplanetarios (círculos de polvo y gases) con partículas de materia, declaran científicos franceses.

Los astros jóvenes que todavía no han iniciado el proceso de transformación de hidrógeno en helio, que se llaman protoestrellas, a veces contienen alrededor de sí discos de polvo y gases que podrían formarse en grandes cantidades. Los científicos del observatorio de Burdeos creen que la existencia de tal disco demuestra que cerca de la estrella y a veces en el mismo disco se esconden pequeños cuerpos celestes de materia, piedras y hielo, los llamados planetesimales.

De estos, como resultado del choque, podrían formarse los planetas. Los investigadores explican que han encontrado protoestrellas con discos de un diámetro largo que podrían surgir como resultado del nacimiento de planetas rocosos de semejante tamaño y masa que la Tierra.

Se informa de que los planetas del grupo terrestre pueden formarse durante un periodo de entre 10 y 100 millones de años y cuanto más grande es el disco protoplanetario, mayor será el número posible de planetas.