Imagen
© NASA
El hallazgo de la existencia de una reconexión magnética en Venus como resultado de la interacción entre la ionósfera del planeta y el viento solar ayudará a impulsar la investigación sobre el cambio climático en ese astro y la Tierra.

También ese descubrimiento, publicado en el último número de la revista Science, contribuirá a explicar las auroras alrededor de Venus y la desaparición de su atmósfera, dijo Zhang Tielong, experto chino participante en ese estudio, difundido hoy por la prensa local. El científico, jefe del equipo de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China (UCTCh), ubicada en Hefei, capital de la oriental provincia de Anhui, indicó que el fenómeno pudo haber influido en la pérdida de agua de ese planeta hace unos cuatro mil millones de años.

Según Zhang, el trabajo se basó en las observaciones del magnetómetro Venus Express, astronave lanzada por la Agencia Espacial Europea, y un detector de partículas de baja intensidad.

Financiado por la Fundación Nacional de Ciencias Naturales de China, el proyecto contó con la participación de la UCTCh, la Universidad de California, Los Angeles, y el Instituto de Investigación Espacial de la Academia de Ciencias de Austria.

Venus, parecido a la Tierra en cuanto a tamaño, densidad y cualidades, había sido considerado el planeta con mayores probabilidades de albergar vida, sin embargo, hoy se sabe que carece de agua y puede alcanzar temperaturas de hasta 400 grados celsius.

La reconexión magnética conduce a la conversión de esa energía en cinética. El fenómeno, que tiene lugar cuando las líneas del campo magnético se conectan entre sí, es responsable de las conocidas auroras boreales en la Tierra.

Hasta ahora este proceso se conocía en planetas con un campo magnético intrínseco como la Tierra, Mercurio, Júpiter y Saturno.

Venus, a pesar de que carece de ello, tiene una cola magnética lo cual hace pensar a expertos que éste se comporte como un cometa, de ahí su cambio atmosférico.