Por tratamientos no probados, cobran miles de dólares a pacientes de todo el mundo.

Tres meses atrás, el Ministerio de Salud de China impulsó la prohibición de las terapias no aprobadas con células madre. Sin embargo, una investigación de la prestigiosa revista británica Nature reveló que aún hay instituciones en diferentes lugares de ese país que están cobrando miles de dólares a pacientes de todo el mundo por acceder a "tratamientos" que no tienen demostrado su eficacia ni su seguridad.

Estas clínicas chinas trabajan abiertamente, con promociones por Internet de tratamientos para enfermedad de Parkinson, diabetes, autismo, y atraen a turistas médicos de otros países. Por ejemplo, cobran hasta 6.500 dólares las inyecciones para tratar el Alzheimer . Y publicitan casos de estudios de pacientes individuales que dicen haberse beneficiado con los "tratamientos". Incluso, algunas clínicas ofrecen instalaciones de complejos hospitalarios que dan un aire de legitimidad.

Sin embargo, varios especialistas en células madre que contactó la revista Nature remarcaron que esas terapias ofrecidas en China no están listas para ser trasladadas a la práctica médica y que algunas podrían incluso poner en peligro a los pacientes. El alerta sobre la situación irregular de las clínicas chinas había ya sido difundido por Clarín el 10 de agosto del año pasado , cuando se detectaban familias argentinas que estaban pidiendo dinero y hacían campañas por redes sociales para conseguir apoyo para ir al país asiático y conseguir las supuestas "terapias".

En mayo de 2009, el Ministerio de Salud de China clasificó a los tratamiento con células madre como tecnologías de "alto riesgo" y requirió la aprobación de un comité antes de que se usaran. Sin embargo, los controles casi no existieron. En ese momento ya había 100 empresas chinas haciendo negocios con las células madre. Según Doug Sipp, experto en regulación del Centro para la Biología del Desarrollo RIKEN en Kobe, Japón, "aún después de los esfuerzos de reforma del Ministerio de Salud, la industria continúa creciendo".

En enero pasado, al considerar que la situación empeoraba, la autoridad sanitaria de China, anunció un paquete de reglas para las empresas. Deben registrar las actividades de investigación y clínicas, la fuente de donde sacan las células madre y los procedimientos éticos. Y se llamó a una moratoria para el inicio de nuevos ensayos, agregando que los pacientes no deben pagar por terapias no probadas. Sin embargo, la investigación de Nature en varias clínicas demostró que el control del Ministerio no ha tenido éxito. Ni siquiera se registró una sola clínica en el modo en que se estableció y aún siguen ofreciendo los "tratamientos".