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Perú realizó el pasado jueves un simulacro de terremoto y tsunami de 8 grados Richter, uno de los tres previstos en 2012, como parte de una campaña de preparación ante un terremoto que podría dejar en Lima más de 50.000 muertos, el peor de los escenarios, dijo a la AFP la alcaldesa capitalina, Susana Villarán.

El simulacro se inició a las 10h00 locales (15h00 GMT), hora prevista del seísmo, y buscó medir la capacidad de respuesta de la población y las autoridades ante un desastre natural al activar los sistemas de alertas y rutas de evacuación en zonas donde podría haber un maremoto.

El epicentro del hipotético movimiento sísmico se calculó a 190 kilómetros al oeste en el océano Pacífico, generando un tsunami cuyo tren de olas tardaría entre 15 a 20 minutos en tocar la costa peruana.