La cadena de restaurantes difunde un vídeo donde demuestra el origen de la diferencia entre sus «burgers» y las de sus anuncios.


La cadena de hamburgueserías McDonald's ha dado un paso adelante contra las críticas por la diferente apariencia de las hamburguesas que publicitan y el producto final que venden. La filial de Canadá ha difundido un vídeo en YouTube donde muestra claramente el proceso de maquillaje de sus «burgers».

El vídeo publicitario asegura que los productos empleados para la sesión de fotografía son los mismos que los cocinados en sus restaurantes, aunque se aprecia un grosor de carne algo superior a la media de sus populares «Cuarto de libra con queso». Las rodajas de pepinillo siguen siendo las mismas tanto en la fotografía como en sus hamburguesas, pero estratégicamente colocados al frente; como la cebolla, también situada al borde para simular que desborda. Todo, con una armónica distribución de mostaza y ketchup. Y, por supuesto, retocado con un editor digital de fotografía para hacerlo más apetecible.

La estrategia de la cadena parte de la aceptación popular de los retoques fotográficos digitales. La directora de marketing de McDonald's Canadá, Hope Bagozzi, protagonista del vídeo, obvia en cualquier caso aludir a si es ético presentar una imagen tan diferente entre el producto que publicitan y el que venden.

El resultado de la campaña está por comprobar, pero no sería la primera vez que la cadena de hamburgueserías falla con su intento de mejorar su imagen. Una reciente campaña de McDonald's en Twitter, invitando a contar historias sobre las experiencias de los consumidores en sus restaurantes, se convirtió en un cauce para dar pie a una sucesión de quejas de sus clientes contra la cadena.