Al menos 14 personas murieron a causa un brote de ébola en el oeste de Uganda, pero se teme que la tardía detección pueda provocar más víctimas por el contacto inconsciente con los infectados, informó el Ministerio ugandés de Sanidad. Horas después, la Organización Mundial de la Salud confirmaba la epidemia de fiebre hemorrágica.
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© DesconocidoEl ébola no tiene cura y provoca dolorosas hemorragias
"Tenemos 20 casos confirmados de personas que han contraido el virus, de las que han fallecido 14", declaró Joaquim Sewaka, representante de la OMS en el país.

A través de un comunicado, el director general en funciones de los Servicios Sanitarios del Ministerio ugandés, Denis Lwamafa, indicó por su parte que "los resultados de las pruebas de laboratorio confirmaron que la 'extraña enfermedad' detectada en (el distrito occidental ugandés de) Kibale es ébola".

Los equipos de ministerio ugandés de Salud y del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU se desplegaron en la zona, según Sewaka. "La respuesta es fuerte y vamos a intentar poner en marcha centros de cuarentena", añadíó.

Dos mujeres ingresadas

"Ahora mismo, hay una mujer de 38 años que fue hospitalizada el 26 de julio con fiebre, vómitos, diarrea y dolor abdominal. Cuidó de su hermana (enferma de ébola). Se encuentra bastante estable, aunque todavía tiene fiebre, diarrea y vómitos", agregó el alto funcionario.

Otra mujer de 30 años fue ingresada en una clínica el pasado día 23 con los mismos síntomas. La afectada residía en el hogar donde se detectó el primer caso y se produjeron nueve muertes por la enfermedad.

El ébola es una fiebre hemorrágica mortífera, que actúa con rapidez y se contagia con facilidad por el contacto con la sangre, las heces o las secreciones corporales (sudor) y la manipulación de los cadáveres sin precauciones. Entre el 50% y 90% de los infectados fallece. No existe ni tratamiento ni vacuna contra el virus. Los médicos sólo pueden luchar contra los síntomas, sobre todo rehidratando a los afectados.

El virus toma su nombre de una zona del norte de la República Democrática del Congo donde fue detectado por primera vez en 1976. Desde entonces, se han registrado en África una quincena de epidemias.

Desde principios de este siglo, este es el cuarto brote de la enfermedad confirmado en Uganda, de los que el más grave fue en 2000, cuando murieron 170 personas, incluido el director del hospital de Lachor, el doctor Mathew Lukwiya, que contrajo la enfermedad por contagio de sus pacientes.

En 2007, en otro brote en el distrito occidental de Bundibugyo, al menos 37 personas murieron de 149 supuestos infectados.