volcán Puyehue
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Científicos que analizaron las consecuencias de la erupción del volcán Puyehue, ocurrida hace un año en la cordillera chilena y que afectó a Neuquén, advirtieron en un informe que el fenómeno impactó en la base de la cadena alimentaria de peces en los lagos de la región.

Concretamente, las poblaciones de organismos filtradores, semejantes al krill del océano, se redujeron drásticamente, y hubo un desplazamiento de cardúmenes juveniles desde refugios litorales hacia aguas abiertas con menor concentración de ceniza pero menos protegidas.

Los especialistas que analizaron el impacto a mediano y largo plazo de las cenizas en espejos de agua cordilleranos señalaron que la recuperación total de los lagos tardará un año más.

El Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente (INIBIOMA, Conicet, Universidad Nacional del Comahue) determinó que las consecuencias de la lluvia de ceniza volcánica fue variable en las poblaciones de peces, pero su impacto es notable en los organismos más pequeños, que son la base de la cadena alimentaria.

Sucede que la ceniza cayó durante siete meses, pero para microorganismos como las bacterias, que tienen una vida corta, ese tiempo corresponde al ciclo de 60 generaciones. Eso, según los expertos, es equivalente a 1.500 años de los humanos.

En los lagos de la zona, la superficie quedó cubierta de una capa densa de piedra pómez y partículas microscópicas de ceniza ingresaron al agua, que se volvió grisácea y bajó su exposición a radiaciones ultravioletas.

Ante eso, los microorganismos que los habitan se redujeron drásticamente porque ingirieron las partículas que ingresaron al lago y como eran del mismo tamaño que el alimento, se redujo su supervivencia y reproducción.