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Unas 18 mil personas mueren cada año en Francia como consecuencia de los efectos secundarios de determinados medicamentos, muchos de ellos recetados sin justificación, aseguró hoy ante un tribunal un especialista.

El doctor Berdard Bégaud participó este lunes como experto en el juicio que se lleva en la corte de Nanterre contra los laboratorios Servier, fabricantes del fármaco Mediator al cual se responsabiliza con más de mil 300 decesos en el país.

De acuerdo con el médico, muchos efectos indeseados son inevitables cuando se administra una medicina, pero el caso es más grave cuándo ésta no resulta indispensable para la salud.

Los fallecimientos ligados a la toma de fármacos superan el número de suicidios y de accidentes de tránsito juntos, puntualizó el galeno.

Bégaud aseguró que en el país hay una deficiente formación en los médicos en materia de farmacología, a lo cual se suma la mala vigilancia por parte de las autoridades correspondientes.

Un caso emblemático es el del Mediator, vendido en Francia durante más de 30 años como antidiabético, aunque también se recetó para inhibir el apetito y bajar de peso.

Ese producto se mantuvo en las farmacias hasta 2009, aún cuando en varios países se había prohibido una década antes por sus peligrosos efectos secundarios.

Varios estudios médicos determinaron que su uso libera en el organismo una molécula tóxica denominada norfenfluramina, causante de un grave daño a las válvulas cardiacas.

Provoca, además, hipertensión arterial pulmonar, una afección rara y sin cura en la actualidad.

El proceso contra Jacques Servier, propietario de la firma, y varios altos funcionarios comenzó el 21 de mayo en Nanterre, cabecera del departamento de Altos del Sena, en la región del Ile-de-France.

El escándalo alcanzó también a la Agencia de Seguridad de Medicamentos y Productos de la Salud, organismo oficial encargado de controlar y certificar todos los fármacos utilizados en el país galo.