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Hay una gran expectación por el que pudiera ser el cometa del siglo, y no es para menos si tenemos en cuenta cuál sería la mejor de las previsiones. Hablo, como no, del cometa ISON, del que está acaparando la atención de gran parte de la población a la espera de ver qué ocurre a finales de este mes, que es sin duda la fecha crítica para descubrir cuál será su desenlace final.

Por ahora, las distintas observaciones realizadas por astrónomos y aficionados son buenas; de hecho, el cometa ISON ya es visible con unos prismáticos adecuados mirando hacia la constelación de Virgo. Sin embargo, también cabe destacar que su brillo se encuentra por debajo de lo esperado a día de hoy; además, algunas informaciones apuntan a que puede que su núcleo se esté fragmentando levemente.

No obstante, el verdadero punto de inflexión se encuentra a finales de noviembre. ISON se acercará peligrosamente al Sol el 28 de noviembre, momento de enorme tensión pues su encuentro con el astro rey vaticinará cuál sera su destino: puede que se desintegre acabando así con todas las esperanzas volcadas en él, o puede que sobreviva y permanezca en nuestra retina para el resto de nuestras vidas en caso de que se haya conservado perfectamente.

Si finalmente el cometa no se desintegrara, después se aproximaría a la Tierra durante el mes de diciembre con una distancia mínima de 64 millones de kilómetros el 26 de diciembre. Llegado a este punto, es posible que en el mejor de los casos el cometa sea visible a simple vista durante meses en nuestros cielos con un brillo similar al de la Luna llena, pudiéndose ver incluso a plena luz del día, un espectáculo que sin duda será digno de presenciar y que quedará adherido a la posteridad.

Aun en el supuesto de que desgraciadamente el cometa se destruyera antes de lo previsto, ISON permitirá ampliar nuestros conocimientos sobre estos bellos cuerpos celestes debido a que no ha existido un cometa mejor estudiado en la historia de la humanidad que éste gracias, sobre todo, al uso de un gran repertorio de instrumentos altamente sofisticados.

Ahora, lo único que podemos hacer es esperar y cruzar los dedos para que podamos disfrutar de una exhibición en el cielo sin precedentes.

Fuente: ABC.