"Los abusos en la infancia, nunca hablados con nadie, ¿pueden ser causal de no disfrutar del sexo en la edad adulta? Gracias, Mariana"
Estimada Mariana,
Sí problemas de disminución o ausencia total del deseo problemas de orgasmo pueden ser las secuelas a largo plazo del abuso sexual infantil en mujeres.
Hago la aclaración porque se ha observado que varones abusados no presentan estos síntomas en la edad adulta a lo sumo una "especie" de hipersexualidad o interés sobre el sexo mayor
que el varón promedio; y para algunos autores -con discusiones- podrían pasar de víctimas en la infancia a victimarios en la edad adulta. No hay estudios que sean concluyentes.
En la mujer entonces esto pasa con mucha frecuencia. El abuso sexual infantil en general pasa con mucha frecuencia más que la que cualquier lector esté pensando. Nos enteramos de una pequeña parte de un drama vital terrible que deja huellas de sufrimiento en una persona. A veces nos enteramos porque la víctima muere a causa de la agresión.
Hay una estructura machista que sigue sosteniendo esto no solamente los paidófilos abusan de niños. El número de personas realmente paidófilas no es tan alto como para afectar a tantas víctimas. Muchos de los abusadores son oportunistas aprovechan la situación. muchos tienen personalidades con rasgos seriamente anormales tanto que hasta pasan por buenas personas. Y muchos son familiares cercanos que establecen con la víctima una especie de pacto de silencio. Hemos conocido casos en nuestra provincia terribles por lo general los denominados "chacales" término del que disiento ya que los chacales no hacen eso con sus crías Mariana hay cosas que cuando no se hablan y se dejan adentro van comiendo el corazón. No es mía la frase el concepto es de Shakespeare y está mal citado pero la intención me sirve.
Cuando uno tiene o sufre un problema y se anima a hablarlo con alguien ya tiene medio problema. Hablar sirve para no sentirse solo, para encontrar consuelo para encontrar soluciones y animarse a llevarlas a cabo.
Como dije al principio, el abuso sexual infantil es mucho más frecuente que lo que se cree. Por eso he charlado, trabajado y atendido a muchas víctimas, demasiadas para mi ánimo.
Algo en lo que insisto siempre es en que a ese abusador -lástima que no puedo poner el adjetivo que pienso- no se le puede permitir que gane. Más allá de lo que pase policial o legalmente, no se le puede permitir que le quite a la víctima las ganas de vivir, las ganas de reír y disfrutar. Eso no se lo puede llevar.
Hablar es una manera maravillosa de sanar hablar con profesionales, o con familiares, o con amigos, o con asesores espirituales si se es creyente. El silencio le da el triunfo al abusador, la palabra lo derrota. Gracias por la confianza.
*Médico psicoterapeuta especialista en sexología clínica Docente en la Facultad de Medicina de la UNCuyo y en la Facultad de Medicina de la UDA
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