El volcán Chaparrastique representa para los salvadoreños cada vez más un peligro, y doble, por su alta probabilidad de erupción y los deslaves por el incremento de las lluvias.

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Durante la madrugada de hoy, según el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), la vibración en el coloso, también conocido como San Miguel por su localización en el departamento de igual nombre, se ha mantenido muy fuerte entre 504 y 527 unidades.

La entidad se mantiene informando permanentemente a través de su cuenta en Twitter sobre el comportamiento del Chaparrastique.

Por otra parte, debido a las recientes precipitaciones que van marcando el preámbulo de la estación lluviosa, se reportaron flujos de lodo, que descendieron de la parte alta del volcán, donde hay mucho material (cenizas, piedras) acumulado desde la erupción del pasado 29 de diciembre.

Las autoridades de Protección Civil y del MARN, así como los expertos, mantienen un seguimiento permanente del coloso, de dos mil 130 metros sobre el nivel del mar, y una comunicación estrecha para tener informada a la población.

El informe especial del MARN más reciente explica que el Chaparrastique continúa emanado gases, en ocasiones con pulsos de diferentes colores que permite inferir que su ascenso es tan fuerte que eleva material fino desde el fondo del cráter.

Precisa que este comportamiento se debe al movimiento de fluidos magmáticos en su interior (gases, agua y magma).

La vibración interna presenta niveles por encima de los registrados previos a las erupciones del 29 de diciembre y del 12 de febrero últimos.

El MARN recomienda a la población seguir toda la información relativa a este volcán y a las medidas que indique Protección Civil para proteger la vida en caso de que se produzcan una erupción o deslaves.