La llegada del poderoso tifón Phanfone a Japón ha obligado a las autoridades a cancelar por el momento las operaciones de búsqueda en el monte Ontake, cuya erupción ha dejado hasta el momento 51 muertos y 13 desaparecidos.
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Se espera que las operaciones puedan ser canceladas también mañana, y a que se calcula que el tifón pasará cerca de la región donde se encuentra el volcán a primera hora de la jornada.

Por el momento la Agencia Meteorológica de Japón prevé unos 120 milímetros de lluvia acumulada hasta el lunes a primera hora.

Las copiosas precipitaciones junto con la gran cantidad de ceniza escupida por el volcán elevan el riesgo de deslizamientos de tierra, por lo que las autoridades también han puesto en alerta a las localidades de Kiso y Otaki, al pie del volcán.

Por su parte, tres de los cuatro cuerpos hallados ayer por los equipos de rescate cerca de la cima han sido identificados y corresponden a tres de los 16 montañeros de los que no se tenían noticias desde la erupción el pasado 27 de septiembre, lo que deja de momento 13 personas aún desaparecidas.

Entre los tres identificados (todos varones), se halla Terutoshi Nagayama, un estudiante de primaria de tan solo 11 años procedente de la cercana prefectura de Aichi.

El Ontake, el segundo mayor volcán de Japón con 3.067 metros de altura y ubicado a unos 100 kilómetros de la ciudad de Nagoya, entró en erupción el pasado sábado mientras centenares de montañeros se encontraban en sus faldas y en la cima haciendo senderismo.

Se sabe que unos 250 pudieron abandonar la zona por medios propios o fueron evacuados, 69 de los cuales sufrieron heridas de diversa gravedad, la mayoría por golpes, fracturas y quemaduras.

Independientemente de que pueda haber más víctimas en la cima del Ontake, su erupción es ya la que más pérdidas humanas ha provocado en Japón desde 1926, cuando hubo 144 muertos y unos 210 heridos por el estallido del monte Tokachi, en la isla de Hokkaido, al norte del país.