El volcán Popocatépetl, localizado a 70 kilómetros al sureste de la Ciudad de México, registró en las últimas 24 horas 102 exhalaciones acompañadas por emisiones de vapor de agua y gas y ceniza, que cayeron en los estados de Morelos y Puebla que colindan con la capital, reportó este jueves el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).
Imagen
© Víctor Flores García
"Las condiciones de nubosidad han permitido observar al volcán de manera continua y con emisión continua de vapor de agua y gas en dirección oeste", indicó el organismo.

Durante la noche del miércoles y la mañana del jueves el observatorio permanente del coloso recibió reportes de ligera caída de ceniza en las localidades de Cuautla y Tetela del volcán, en el Estado de Morelos; y Huaquechula, en el estado de Puebla, ambos limítrofes con la capital mexicana.

"Durante la madrugada (del jueves) tuvimos una ligera explosión en lo que es el Popocatépetl con emisión de vapor de agua, gases y un poco de ceniza, la cual debido a la dirección que tenían los vientos se dirigió hacia el Estado de Morelos", explica el reporte de las autoridades.

Este tipo de actividad está contemplado dentro de los escenarios del Semáforo de Alerta Volcánica Amarillo Fase 2, de tres fases, para el volcán de 5.452 metros de altura sobre el nivel del mar, la segunda montaña de más alta de México, después del pico de Orizaba.

Esa alerta considera la "emisión de plumas de vapor de agua y gas, ligera caída de ceniza en área cercanas, caída de fragmentos incandescentes, posibilidad de flujos piroplásticos por explosiones, flujos de lodo o escombro de corto alcance", según la escala de alerta.

El Popocatépetl tiene glaciares perennes cerca de la boca del cono, en la punta de la montaña, y es un volcán activo, que ha registrado varios períodos de actividad desde su primera erupción en el año 1347, antes de la llegada de los españoles.

Luego de casi 50 años sin actividad, el 21 de diciembre de 1994 el volcán registró una explosión que produjo gas y cenizas a más de 25 kilómetros de distancia, gracias a los vientos.

Desde entonces, la actividad del Popocatépetl es calificada de "moderada, pero constante", con emisión de fumarolas de gases y vapor de agua, e imprevistas expulsiones menores de ceniza y material volcánico.