
El cráter del volcán ha aumentado de tamaño en los últimos 20 años gracias a un ciclo de construcción y destrucción de domos.
Las explosiones ocurridas a finales de septiembre y principios de octubre destruyeron el domo número 52, ocasionando el aumento del diámetro del cráter.
El diámetro se estima ahora en 350 metros, mientras que el fondo del cráter interno se encuentra a unos 100 metros por debajo del piso del cráter principal.
La mayor parte de las emisiones de vapor de agua provienen de una grieta en la pared noreste del cráter interno, mientras que las emisiones con ceniza, de un color gris pardo, se originan en el fondo, en la zona cubierta de tefra.