Un estudio del genoma permite observar las diferencias con el gato montés, con otros animales y con el hombre
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Un estudio del genoma del gato doméstico, que posee alrededor de unos 20.000 genes, ha permitido observar las diferencias especie -en términos biológicos, evolutivos y de comportamiento- entre esta especie y otras como el gato montés, el tigre, el perro, la vaca y el humano. Los gatos, como los perros, se domesticaron hace unos 10.000 años, coincidiendo con el neolítico y la agricultura.

Liderado por científicos estadounidenses y con participación del laboratorio de Genómica Comparada de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, un estudio del genoma del gato doméstico (Felis silvestris catus), que posee alrededor de unos 20.000 genes, ha permitido observar las diferencias en términos biológicos, evolutivos y de comportamiento, en comparación con el genoma de otros organismos como el gato montés, el tigre, el perro, la vaca y el humano.

Las conclusiones del trabajo se publicaron hace una semana en la revista PNAS, y aparecen resumidas en una nota de prensa de la UPF. En total se han identificado 281 genes con mutaciones exclusivas del gato doméstico.

Los gatos, como los perros, se domesticaron hace unos 10.000 años, coincidiendo con el neolítico y la agricultura. Los gatos salvajes del paleolítico han evolucionado hacia los actuales gatos domésticos gracias a cambios genéticos que les hizo ser más dóciles para obtener alimento, con muy buena memoria y más asustadizos; de esta última característica todavía no se sabe exactamente la causa.

En el trabajo se ha seleccionado "una colección de genes que tienen que ver con los mecanismos de recompensa", explica Tomás Marqués-Bonet, del Instituto de Biología Evolutiva, e investigador ICREA del Departamento de Ciencias Experimentales y de la Salud de la UPF. "Los gatos han aprendido a hacer bondad a cambio de comida".

Ariscos, pese a todo

Los científicos no encuentran una buena explicación del porqué son ariscos, "quizá sea por prudencia o debido al azar", explica Marqués-Bonet.

También se ha podido observar en el genoma evidencias de la buena memoria de los gatos domésticos y de su excelente oído y visión. Esto concuerda con el hecho de que los felinos son animales territoriales que deben reconocer vastas extensiones de terreno en el que, además y para sobrevivir, deben sorprender a sus presas, de ahí las ventajas de cogerlas por sorpresa incluso en la oscuridad.

El estudio de la rápida evolución que han experimentado los animales domésticos, como los gatos y los perros, sirve para seleccionar los genes responsables de estos cambios y en qué rasgos intervienen. Ayuda a " interpretar los genomas", señala Marqués-Bonet, y esto ayuda al mismo tiempo a "comprender mejor nuestro genoma", añade.
Referencia bibliográfica:

Michael J. Montague, et al.: Comparative analysis of the domestic cat genome reveals genetic signatures underlyong feline biology and domestication. PNAS (2014). DOI: 10.1073/pnas.1410083111.