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Cuando pienso lo que ha supuesto el estiramiento para mí, siempre me viene el recuerdo de estar con la pierna sobre la barra durante interminables segundos antes de las clases de baile, además de los típicos ejercicios antes de los partidos de fútbol. Personalmente, lo pasaba mal y no me gustaba nada, sobre todo los primeros.

Pasado un tiempo y formándome en diferentes técnicas para la salud, encontré algo que en un principio no valoré como merecía hasta que lo probé; me estoy refiriendo al estiramiento global, dentro de la disciplina de la reeducación postural con el método K-STRETCH®.

El hecho de estar tumbado entre dos planos inclinados, en base a la flexibilidad o posibilidad de la persona, hace que se incida en globalidad a nivel estructural mediante el estiramiento y modificación de las fascias (tejido conectivo), ya que principalmente se trabaja sobre la cadena muscular posterior.

Esta es la que alberga más cantidad de músculos tónicos posturales, con lo cual el objetivo es dar libertad a pequeños acortamientos que han condicionando todo el cuerpo y creando diferentes compensaciones a lo largo del tiempo.

Son muchos los factores que nos condicionan y repercuten en nuestra salud: físicos, energéticos, alimenticios, emocionales..., creando todos ellos contracciones celulares primero y musculo-tendinosas después, desencadenando en retracciones si el origen de ello no desaparece, modificando el tejido fascial, e incidiendo en toda la estructura o postura, tal y como mencionaba antes.

Gracias a este tipo de estiramiento, lo que trabajamos es precisamente eso, devolver la libertad a esas fibras en retracción, sin dejar compensar ninguna otra parte para que el estiramiento sea realmente eficaz, y poder soltar esa tensión que, poco a poco, ha ido atrapando diferentes zonas del cuerpo, haciendo pagar a otras que aparentemente no tenían por qué sufrir.

Después de varios años viendo diferentes casos de cómo se devuelve funcionalidad al cuerpo desde la sencillez, he decidido crear la figura del stretching coach para poder hacer llegar a la gente la importancia y repercusión de éste tipo de estiramiento, más directamente; subrayando que esto se consigue desde la comodidad y total lógica de trabajo, con el objetivo de que el cuerpo pueda rendir cada vez más desde una mejora postural. Es por ello que lo denomino, el estiramiento inteligente.

Algunos beneficios:

Estos son algunos beneficios que lograremos:
  • Libertad músculo-esquelética,
  • ganancia de elasticidad para un mayor rendimiento deportivo y personal,
  • mejora de tensiones y molestias de espalda,
  • mejoras en la circulación venosa,
  • mejora postural y
  • reducción del estrés físico y mental.
Para quién está indicado:
  • Personas que sufren un exceso de tensiones musculares,
  • deportistas que deseen optimizar su rendimiento deportivo,
  • jóvenes con malas posturas,
  • personas mayores que quieran recuperar movilidad articular,
  • embarazadas y post-parto, ...
Cómo afrontar el trabajo

Existen dos maneras de realizarlo:

Individual/ personalizada:

El terapeuta realizará la anamnesis o recogida de datos para tener constancia de lo sucedido a la persona e indagar acerca de su molestia o propósito de mejora, y vista postural para anotar qué destaca de su postura actual respecto a la ideal.

En base a lo recogido se hace el trabajo correspondiente junto a la estrategia a trabajar.

Grupal o colectiva:

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Igualmente el terapeuta cumplimentará la ficha correspondiente, al igual que a nivel individual, y se realizará en este caso el trabajo en grupo, estando cada uno en su hamaca postural, trabajando un amplio abanico de ejercicios sobre diferentes zonas musculares y articulares, además de emplear diversas estrategias respiratorias, junto a varios accesorios, para obtener aún más beneficio de este trabajo.

Una vez en la clase, el monitor va dirigiendo la sesión variando el ángulo de trabajo de la hamaca, según en lo que se quiera incidir, teniendo en cuenta igualmente las limitaciones o patologías de la persona durante los 50 minutos que aproximadamente dura ésta.

En cualquiera de los dos casos, es sin duda una experiencia con la cual la persona notará cambios rápidamente, ya que la diferencia respecto al estiramiento clásico es muy notable.