Cuando la dificultad para describir lo que se siente es muy elevada hablamos incluso de un trastorno llamado alexitimia. Las personas con este problema no son capaces de definir sus necesidades e incluso les resulta difícil identificar claramente las de los demás. Reciben muchos estímulos pero les cuesta discernir cuáles son los más relevantes y qué significados hay detrás. Muchas veces es la falta de práctica, o aprendizaje a lo largo de la vida lo que está detrás de este trastorno. También es posible que pueda producirse como consecuencia de una vivencia impactante que deje una huella en forma de estrés postraumático, también por un trastorno depresivo, a veces basta con tener baja autoestima, e incluso puede producirse por trastornos de origen neurológico.
¿Qué dificulta la expresión de lo que sentimos?
1. Perfeccionismo
Para ser más exactos, tendríamos que hablar de exceso de perfeccionismo. Cuando queremos decir algo que defina con precisión lo que sentimos, podemos frenar el que surjan las palabras. Podemos tener un diálogo interno con los diferentes argumentos a favor y en contra, pero no será observable desde el exterior. Los demás pueden no enterarse de lo que hemos pensado o sentido, lo que hará que me cueste describir lo que siento, y bloqueará la comunicación.
2. Miedo al rechazo
En la línea de lo expuesto en el punto anterior, cuanto más se tema la opinión de los demás, más difícil es comunicar sentimientos. Al fin y al cabo comunicar emociones es algo íntimo y no siempre se tolera bien una valoración negativa por parte de otras personas. Para hacer frente a este malestar habría que tener en cuenta la idea de etiqueta y los diferentes ejercicios para superarlas. En el artículo Una técnica para que las opiniones de los demás nos dañen menos, se recogen los principales consejos para conseguirlo.
3. Distorsiones y sesgos
- No decir lo que pensamos porque creemos que los demás están obligados a saber lo que nos pasa. Sin expresar lo que sentimos, deseamos que otros lo adivinen y nos ayuden sin pedirlo, con todos los problemas que eso puede acarrear.
- Creencia de que por mucho que expresemos nuestros sentimientos no habrá solución. Entonces la persona no saca hacia afuera lo que siente porque no cree que nada se pueda solucionar.
Consejos para aprender a expresar lo que sentimos
- Detectar emociones propias y ajenas: "estoy contento". Para mejorar en este área podemos utilizar herramientas como las que proponen en el emocionario: un diccionario de emociones con ilustraciones que ayudan a identificar el significado de una emoción. Del mismo modo una herramienta que me gusta especialmente es la de usar papel y boli para dibujar o garabatear mientras se habla. No es necesaria una habilidad especial para dibujar, basta con representar gráficamente una idea.
- Conectar lo que siento con la forma en la que lo expreso: hay que potenciar la identificación de nuestras emociones para ver cómo condicionan nuestros razonamientos o nuestro lenguaje no verbal. Si se identifica correctamente podremos compartir con los demás frases como: "te hablé así porque estaba enfadado". Entender las diferentes señales emocionales nos ayudará a poder expresar mejor nuestros sentimientos. Si detectamos la sensación de tensión, podemos interpretarlo como una señal que nos indica que nos estamos enfadando.
- Autorregular las emociones: usando técnicas de desactivación y meditación, unidas a estrategias psico-educativas (por ejemplo lecturas), role-playing y técnicas de modificación de conducta específicas (modelado, entrenamiento en habilidades sociales, etcétera).
Comentario: El poder identificar lo que sentimos y aprender a comunicarlo de manera respetuosa y asertiva, no solamente nos otorga bienestar a nosotros mismos, sino que además, nos hace más conscientes de los sentimientos de otros, lo que nos vuelve más empáticos y capaces de comprender a los que nos rodean. Esto sin duda ayuda a fortalecer nuestras relaciones y trae bienestar a las personas con quienes compartimos nuestras vidas.
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