
La cantidad de fallecidos por el sismo en Ecuador rebasó la del temblor de 2007 en Perú, lo que lo convierte en el más letal en América del Sur desde el de 1999 en Colombia, en el que perdieron la vida más de mil personas.
Centenares de réplicas han sacudido a Ecuador desde que ocurrió el movimiento telúrico el sábado anterior y muchos ecuatorianos aún duermen al exterior y batallan para encontrar comida y agua.
Aunque ayuda llega del exterior, los rescatistas han advertido que la distribución del agua se retrasará y que podrían propagarse enfermedades transmitidas por mosquitos.
El presidente Rafael Correa ha dicho que el terremoto causó daños por 3 mil millones de dólares, y advirtió que la reconstrucción llevará años. Su gobierno aumentó temporalmente los impuestos para financiar la recuperación.
Incluso antes del sismo, Ecuador pasaba por un periodo de austeridad y el Fondo Monetario Internacional pronosticaba que la economía se contraería 4.5% este año.
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