La Unión Europea quiere permitir que siga utilizándose en parques y jardines infantiles, entre otros muchos espacios el glifosato, un herbicida clasificado como "probablemente cancerígeno para los seres humanos". Las autoridades, en este caso el Gobierno español siguiendo indicaciones europeas, se muestran muy condescendientes también con la industria juguetera y la química al permitir que los juguetes infantiles continúen ofreciendo peligrosas sustancias.
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Recientemente el Gobierno español ha cambiado los límites máximos permitidos de varias sustancias que se hayan en juegos para la infancia. Una de ellas es la formamida, que se encuentra por ejemplo en rompecabezas o puzzles de alfombra, con la que ya hubo una polémica.

En países como Francia o Bélgica han prohibido este tipo de juguetes, su peligrosidad es algo que se conoce desde hace mucho tiempo, como cuenta por ejemplo la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

La formamida está clasificada en el Reglamento (CE) Nº 1272/2008 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 16 de diciembre de 2008, como sustancia tóxica para la reproducción de la categoría 1B.

Así que lo que otros países de nuestro entorno prohíben España lo obvia. Lo que hace nuestro Gobierno es maquillar un poco los posibles daños cambiando la cantidad máxima que pueden seguir conteniendo esos y tantos productos.

Como si una cantidad muy pequeña de una sustancias muy tóxica no fuera peligrosa. Un tóxico siempre será tóxico, aunque su cantidad sea mínima, por definición.

Además, no se contempla que desde que nacemos (y antes del nacimiento, desde la propia concepción) estamos expuestos no a una sino a decenas de miles de sustancias potencialmente tóxicas.

Otra sustancia de impronunciable nombre (1,2-bencisotiazol-3(2H)-ona -más conocida como "bit"-) de la que se han cambiado sus límites máximos se utiliza como conservante en los juguetes a base de agua, incluidas las pinturas para manualidades y las pinturas de dedo. Es un "alérgeno de contacto bien documentado", como reconoce el Gobierno en el documento que os he enlazado arriba. Tanto que no está permitido su uso en cosmética... pero sí en los juguetes de los niños.

Si queréis conocer cuales son todas las sustancias cuyos límites cambian, su razonamiento y demás, es mejor que os leáis el documento completo, no es muy largo y aunque tiene conceptos técnicos podemos hacernos una idea clara.

El gobierno español pierde otra oportunidad de prohibir el uso del bisfenol A en los juguetes para niños. De este conocido tóxico, uno de los de uso común más "populares" por las múltiples campañas por su retirada que se han realizado en todo el mundo, y en España en concreto, durante los últimos años.

El decreto del Gobierno español obliga a los fabricantes a no exceder los 0,1 miligramos por metro cúbico del tóxico en sus productos. Pero Francia hace tres años que lo eliminó de los envases.

Hoy podemos encontrar bisfenol A en los juguetes infantiles, en latas de conservas alimentarias o en los tickets de compra. Parece que las pruebas científicas no cuentan lo mismo en según qué países, como si la barrera geográfica entre Francia y España que significan los Pirineos fuese también ideológica y ética.