RTlun, 04 jul 2016 03:53 UTC
Ese grupo étnico, históricamente pequeño y aislado, ha vivido efectos nocivos de un fenómeno conocido como 'cuello de botella'Un equipo internacional de investigadores ha encontrado en los pueblos inuit de Groenlandia la mayor cantidad de mutaciones genéticas perjudiciales en comparación con otras poblaciones.
© Foto ilustrativa / Pixbay.com
En el estudio, publicado en la página
BioRxiv, se detalla que los genetistas analizaron los genomas de 18 inuit, descifrando las secuencias de ADN que codifican las proteínas. Como resultado, se encontró que en los últimos 20.000 años ese pueblo ha experimentado las consecuencias del llamado 'cuello de botella',
cuando debido a un drástico descenso en el número de miembros se reduce la diversidad genética. "
Esto ha llevado a una distribución notablemente más extrema de alelos deletéreos que en cualquier otra población humana", observa la investigación.
Los científicos encontraron varias evidencias de dicho fenómeno en los inuit, entre ellas, una baja frecuencia de la heterocigosidad y una alta de homocigosidad. La homocigosidad, de acuerdo con
Lenta.ru, conlleva un alto riesgo de que se manifiesten enfermedades hereditarias, puesto que en las células del cuerpo
hay dos copias de un gen que pueden resultar con mutaciones.
Comentario: Sin embargo, los inuit también gozaron durante mucho tiempo de una excelente salud:
La epidemiología de ciertas poblaciones con modos de vida ancestrales también llamaba poderosamente la atención. En concreto era destacable el caso de los inuit.
Su dieta se basaba, a veces en más de un 80%, en el consumo de grasas de origen animal. El resto eran proteínas y sólo consumían un 2% de hidratos de carbono durante el verano, cuando podían acceder a algunas bayas, algas y raíces.
La dieta cetogénica de la población esquimal era extrema pero mantenían bajas tasas de obesidad, estaban libres de diabetes o enfermedades cardiovasculares y tenían bajísimas tasas de cáncer.
Evitaban la deficiencia de vitamina C comiendo algo de carne cruda, y en su dieta abundaban las fuentes de vitamina D y de ácidos grasos omega 3.
El libro Cancer: disease of civilization?, escrito en 1960 por el explorador islandés Vilhjalmur Stefansson, que convivió durante años (desde 1908 hasta 1912) con la población esquimal, ponía el dedo en la llaga, con datos empíricos, en el hecho de que el cáncer era una enfermedad metabólica y aseguraba que la dieta más adecuada se basaba en una baja cantidad de hidratos de carbono no refinados.
- Alfonso Fernández
Dieta cetogénica contra el cáncer (I). Resumen y prejuicios derribados
Comentario: Sin embargo, los inuit también gozaron durante mucho tiempo de una excelente salud: