Imagínense una política de salud que obliga al Estado a alcanzar a TODOS los ciudadanos de ese país por igual, no solamente para tratamientos sino para prevención y apoyo en las más diversas áreas que engloban la salud. Obviamente, en un mundo donde reinara el sentido común, esto sería lo normal, ya que, en última instancia, los funcionarios públicos trabajarían en sus oficinas públicas para contribuir al bienestar del público, es decir, de las personas que viven en el territorio administrado por un Estado.
protestas recortes Sao Paulo
© Redes Brasil AtualMovimientos de vivienda ocupan la entrada del edificio que alberga la oficina de la Presidencia en Sao Paulo, en la Avenida Paulista, en contra de los recortes anunciados por el gobierno interino en "Minha Casa, Minha Vida" (Mi Casa, Mi Vida).
Si bien estaba lejos de alcanzar las condiciones ideales que podríamos concebir, Brasil implementó de manera bastante exitosa un sistema de salud que se basa en estos principios de atención sanitaria universal y gratuita para los brasileños; se lo llamó Sistema Único de Salud (SUS).

En wikipedia leemos que:
El Sistema Único de Salud (SUS) es la denominación del sistema público de salud en Brasil inspirado en el National Health Service.1

Considerado uno de los mayores sistemas públicos de salud del mundo, según informaciones del Consejo Nacional de Salud, es descrito por el Ministerio de la Salud en la cartilla Entendiendo el SUS como "un sistema único en el mundo, que garantiza acceso integral, universal e igualitario a la población brasileña, desde la simple atención ambulatoria hasta el trasplante de órganos".2 3 Fue instituido por la Constitución Federal de 1988, en su República Federativa do Brasil/Título VIII#Artigo_196 artículo 196, como forma de realizar el mandamiento constitucional del derecho a la salud como un "derecho de todos" y "deber del Estado" y está regulado por la Ley nº. 8.080/1990, la cual rige la atención pública de la salud.4

Con la creación del SUS, toda la población brasileña pasó a tener derecho a la salud universal y gratuita, financiada con recursos provenientes de los presupuestos de la Unión, de los Estados, del Distrito Federal y de los Municipios, conforme rige el artículo 195 de la Constitución.

[...]

Según la legislación brasileña, la salud es un derecho fundamental del ser humano, cabiendo al poder público (Unión, Estados, Distrito Federal y Municipios) garantizar este derecho, a través de políticas sociales y económicas que visen a la reducción de los riesgos de enfermarse y morir, así como el acceso universal e igualitario a las acciones y servicios de promoción, protección y recuperación de la salud.
Lamentablemente, este sistema de salud está amenazado por el nuevo gobierno que se adhiere a las políticas de recortes presupuestarios en todo lo que, justamente, mejora las condiciones de vida de la población. Echemos un vistazo al llamado "Plan Temer", que realmente da mucho que temer; empezando por la disminución de la calidad de la atención sanitaria pública, de la educación y el recorte de los programas extremadamente populares "Minha Casa, Minha Vida" y "Bolsa Familia", implementados por el gobierno anterior.

En una propuesta de enmienda constitucional que fue enviada al congreso, Temer establece un límite para los gastos públicos y propone que este cambio drástico en la Carta Magna dure 20 años. Esta propuesta incluye una reforma a la provisión social que, según reportan algunos medios brasileños, podría significar cambios en las leyes laborales y de jubilación, que implicarían grandes retrocesos con respecto a las garantías laborales obtenidas incluso antes de la constitución de 1988. En el periódico digital Portal Vermelho, leemos lo siguiente:
Para el abogado Marcelo Lavenère, las propuestas de Temer profundizan el golpe contra la Constitución, comenzando con la destitución de la presidenta Dilma Rousseff. Según él, la razón detrás de la destitución es el desmantelamiento del pacto social de 1988 con el fin de someter la economía a los principios del mercado.

"Las propuestas del Gobierno Provisional dan continuidad al golpe que se dio contra la constitución y la democracia. Es un gobierno temporal y provisional, que propone cambios profundos y permanentes en la estructura del gobierno y los órganos de administración; por lo que veo con mucha preocupación esta inversión de valores ", dijo en una entrevista a Portal Vermelho.
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Según el abogado, Temer aplica un programa que se centra en la desnacionalización de la economía, con el objetivo de entregar importantes sectores a empresas privadas y extranjeras.

"Me refiero al petróleo, a la provisión social, al SUS [Sistema Único de Salud], a la educación, a las aerolíneas; por lo que, en diversos sectores de la economía estamos teniendo una desnacionalización, un reemplazo de los organismos y empresas nacionales con el fin de satisfacer la codicia y el apetito sin límites de compañías y organizaciones extranjeras", señaló.
Según leemos en el sitio Redes Brasil Atual:
Según la visión del país que se expresa en el documento "Uma Ponte para o Futuro" [Un puente hacia el futuro - NdT], del PMDB, sólo 10 millones de brasileños - el 5% más pobre - debe ser cubierto mediante el sistema de protección social.
A la par que se plantea una importante modificación constitucional (algo que de por sí ya es bastante grave), lo curioso es notar que el ministerio de salud ha defendido la implementación de un "plan de salud popular" en el que los usuarios tendrían acceso a cierta cobertura de salud por un precio más bajo. El ministro de salud sostiene que, de esta manera, se podrá mejorar la sostenibilidad financiera del Sistema Único de Salud y, por lo tanto, habrá mejor salud para todos. Pero esto no es cierto. La idea es simplemente paliar el recorte en el sistema de salud gratuito con medicina prepagada camuflada de "plan popular".

Según escribe Gustavo Bonin Gava:
La propuesta va en contra de la Constitución de 1988, en la cual la salud llegó a ser entendida como "derecho de todos y deber del Estado, garantizado mediante políticas sociales y económicas encaminadas a reducir el riesgo de enfermedades y otros problemas de salud y el acceso universal e igualitario a la salud y a servicios para su promoción, protección y recuperación".

Una lectura cuidadosa de las declaraciones del actual ministro no deja ninguna duda sobre el proceso de desmantelamiento del SUS. La creación de un plan "popular" de servicios de salud es el rechazo de las propuestas anteriores de la posibilidad de que el Estado puede ofrecer servicios de salud de calidad y eficientes a todos los ciudadanos, perdiéndose así el concepto de salud como un derecho de la ciudadanía. En su lugar, se maximiza la perspectiva económica, la relación coste-eficacia de las acciones y los servicios de salud. En última instancia, se reitera la participación del mercado privado de seguros y planes [de salud] como exponentes en la resolución de los problemas de salud, transformada en simple mercancía, que puede ser reproducida de una forma lineal, almacenada e invertida.
Como lo explica el médico sanitario Heider Aurelio Pinto, los seguros médicos muchas veces contemplan ciertos tipos de atenciones pero no cubren los gastos en los casos más importantes cuando la necesidad es mayor. Es decir, cubren los gastos mínimos de análisis, consultas médicas e incluso unos días de internación. Sin embargo, cuando una persona tiene más necesidad debido a un accidente o enfermedad grave, el seguro ya no puede cubrir una gran parte de los gastos y las personas se ven forzadas a quedar endeudadas. Por otro lado, el recorte al Sistema Único de Salud implica que el servicio será reducido: habrá menos médicos, menos medicamentos, listas de espera más largas... en fin, hará que las personas tengan que acudir a la medicina prepagada para una atención de calidad porque a estos políticos se les ocurre enmendar la constitución que les otorgaba el derecho a la salud universal y gratuita, haciendo que tal servicio de salud no pueda brindar una atención de calidad. ¿Tendrá algo que ver el hecho de que Ricardo Barros, actual ministro de salud, recibiera R$ 100 mil desde empresas de seguros de salud durante su campaña para ser diputado federal?

El artículo mencionado anteriormente, publicado en Redes Brasil Atual, continúa con un resumen de otras áreas que se verán afectadas por las políticas de recortes implementadas por el gobierno interino, un gobierno que no ha sido elegido por la población brasileña y que, al igual que el nuevo gobierno de Argentina, parece apurarse por destruir todo lo bueno que pudo haber logrado el gobierno anterior (más allá de las acusaciones de corrupción contra estos últimos).

Al igual que sucede con el Sistema Único de Salud, se ha establecido que solamente el 5% de los más pobres podrán acceder al programa llamado "Bolsa Familia", una subvención que otorga una seguridad mínima a millones de familias, estimula las economías locales e incentiva a las familias pobres a mantener a sus hijos en las escuelas, entre otras cosas. Además de la reducción del número de beneficiarios, los cortes apuntan al congelamiento de los beneficios que otorga el programa.
Según el presidente de la FPA, Marcio Pochman, el impacto social será significativo, llevando a una mayor exclusión social. "Habrá un aumento en la pobreza, la desnutrición, la violencia, con un mayor impacto en el sistema de salud. Y absentismo escolar, ya que la asistencia escolar es una condición para recibir la subvención. Algunos estados han mantenido sus propios programas de transferencia de ingresos. La mayor parte los ha desarticulado, reuniéndose en torno al programa federal. Hay ciudades donde más de la mitad de la población está en la pobreza", dice el economista.
Por su parte, el programa "Minha Casa, Minha Vida" (Mi Casa, Mi Vida) también se verá afectado. Temer incluso llegó a decir que finalizaría completamente el subsidio nacional al mismo para fines de mayo; Dilma Rousseff ha dicho que: "Además de poner fin a la subvención, el gobierno interino reducirá el número de casas que serán adquiridas".

El artículo nos da un contexto para comprender lo que significa este programa:
Creado en 2009, el programa abrió 5 millones de puestos de trabajo en toda la cadena de producción de la construcción civil. A finales del mes de abril, fueron contratados más de 4 millones de hogares que benefician a más de 6 millones de personas. El programa puede financiar hasta el 90% del valor de la propiedad y el resto se divide en un máximo de diez años, con un valor mínimo de R $80 y un máximo de R $270. Como ha señalado Dilma en una conversación con usuarios de Internet, el gobierno provisional ha demostrado estar en contra de cualquiera de las subvenciones para los más pobres. "Creemos que ellos, así como van, son capaces de cualquier cosa".
Pues así están "progresando" las cosas en Brasil. El gobierno inconstitucional actual, de hecho, está modificando la constitución de manera que se reduzcan los derechos de la población brasilera y lograr que el dinero del Estado, que debe ser invertido en mejorar las condiciones de vida de los más necesitados, sea desviado a cualquier otro lugar (probablemente a sus bolsillos). Cabe destacar que Brasil es conocido tanto por su riqueza como por su pobreza. Allí existen regiones que realmente sorprenden por la miseria que uno puede presenciar. Esto es producto de años de esclavización y saqueo por parte de las élites del país y las extranjeras, y es algo contra lo que luchaba el gobierno anterior; pero algo que sin duda no se puede resolver en unos pocos años.

De ninguna manera alego que el gobierno anterior haya hecho las cosas perfectamente, obviamente no es así. Tampoco afirmo que no había corrupción dentro del Partido de Trabajadores (del gobierno anterior), seguramente la había (y definitivamente la hay entre los dirigentes del nuevo gobierno de facto). Pero, lo importante aquí es resaltar la inconstitucionalidad de las acciones del gobierno interino y el profundo efecto que éstas tendrán en la población brasileña; precisamente, en los más pobres, en los que más necesitan apoyo para salir adelante, educarse, montar sus negocios, convertirse en profesionales y, como resultado, aumentar el crecimiento del país en todos los ámbitos.

protesta tierra rica cerebros pobres
© CigarraPyCartel en una protestas en Asunción, Paraguay, que se aplica perfectamente a la situación en Brasil.
Ya no se trata de la izquierda o la derecha, se trata, meramente, de sentido común. Las políticas (en Brasil y en el mundo entero) que despojan a la población y no apoyan el desarrollo humano, llevan al deterioro humano, a la miseria, a la carencia de educación, a las crisis sanitarias, etc.. Incluso en un aspecto más "financiero", disminuyen el potencial de consumo de la población y el potencial de que la población haga negocios que podrían fortalecer la economía nacional (de hecho, fue así como Brasil se convirtió en la potencia económica que hoy representa - quizás eso no dure mucho tiempo con este nuevo gobierno).

El hecho de que estas políticas de austeridad, a la larga, lleven inevitablemente a un caos social, económico y político (y que aún así continúen defendiéndolas); nos hace cuestionar seriamente la capacidad de razonamiento de las personas que las impulsan.

Si lo vemos desde una perspectiva psicológica, podríamos decir que manifiestan un déficit en la capacidad de postergar la gratificación personal instantánea para esperar o buscar una gratificación aún mayor y mucho más importante. Significa querer satisfacerse a uno mismo a toda costa sin ser capaces de poner a un lado los deseos para alcanzar un bienestar mayor, de todo un país, por ejemplo. Según los conocimientos de la neuropsicología, esto podría indicar un posible mal funcionamiento de la corteza prefrontal ventromedial, una parte del lóbulo frontal, el cual se relaciona con la planificación a largo plazo, el auto-control, la postergación de gratificación instantánea en vistas a alcanzar un objetivo posterior, la regulación de las emociones y de la conducta de acuerdo a valores y a un sentido de moralidad, entre otras cosas que se relacionan con lo que solemos llamar una conducta humana adulta y equilibrada. El mal funcionamiento de esta área cerebral se atribuye a los individuos con rasgos psicopáticos u otros trastornos mentales, lo que me lleva a pensar que estas personas realmente no están capacitadas para gobernar (es precisamente por eso que deben tomar el poder mediante la manipulación, el engaño y/o la coerción) y podemos comprender entonces por qué sus acciones llevan inevitablemente a la destrucción... pero ellos también son incapaces de ver que, a fin de cuentas, esa destrucción los incluye a ellos mismos.

Recomiendo leer el siguiente artículo para aprender más acerca de este planteamiento: Gran juego del cambio global: Nuestra civilización se dirige hacia el destino de la Edad del Bronce: destrucción y también: "Los autoritarios" de Bob Altemeyer