El Colegio de Médicos de Segovia ha abierto un expediente disciplinario a la médico Mónica Lalanda. Quieren dejarla sin trabajar un año. Esta doctora ha trabajado las últimas ocho temporadas en Urgencias del hospital General de Segovia (Castilla y León, Spain). Es una profesional honesta y crítica que advierte de la degradación del sistema sanitario y propone cambios que mejoren la situación de profesionales y usuarios.
Mónica Lalanda
© Mónica LalandaLibro de comics de Mónica Lalanda
Lalanda es una conocida bloguera del ámbito sanitario (entre el 2009 y el 2011 escribió para El Mundo un blog llamado Profesión Sanitaria y desde entonces mantiene uno propio, Medicoacuadros) respetada por ser una persona crítica y comprometida con una medicina más humana y preocupada por cuestiones éticas. Esto parece que no gusta a los responsables del Colegio de Médicos citado.

Esta doctora ha denunciado en muchas ocasiones el deterioro del sistema sanitario y ha revindicado cambios que lo mejoren (¿será esto otro lo que no gusta a los que "mandan" en el Colegio?):
Durante estos ocho años que he trabajado en urgencias -cuenta la galena- la situación se ha ido haciendo cada vez más penosa, con una Atención Primaria cada vez con menos recursos en el contexto de una población muy envejecida, un hospital con menos número de médicos residentes cada año y haciendo cada uno menos guardias, un sistema informático tedioso, un servicio de apoyo de radiología bueno pero mermado y una plantilla con 23 adjuntos de los cuales solo nueve tienen situación estable".
La "penosidad" en las urgencias ha ido en aumento hasta hacerse insostenible en lo profesional. Y a pesar de todo, el servicio que se ofrece a los pacientes es de calidad "pero solo a costa del trabajo admirable de los miembros del mismo que se dejan la piel cada día", asegura.

En el verano pasado esta profesional no aguantó más y tuvo la coherencia de cesar en su trabajo ("la situación límite en la que me situarían tres meses de trabajo intenso sin descanso y con gran riesgo para mis pacientes", fue clave. Sus quejas no obtuvieron respuesta y esto parece que es lo habitual; y la situación laboral nefasta "con frecuencia es tolerada por los responsables directivos", como ella misma argumenta.

Como lo vivido por Lalanda está generalizado en el ámbito sanitario, cada vez pero por recortes económicos, privatizaciones diversas y represión de sus cuadros "protestones" (hace poco en Madrid cesaron a una enfermara por pedir vacunas que se habían agotado), el impacto mediático de su decisión fue enorme.

Incluso la Organización Médica Colegial, institución que engloba a todos los médicos y doctoras de España, apoyó a la afincada en Segovia.

De manera paradójica, su escrito reivindicativo y pro derechos laborales no gustó a parte de sus compañeros de urgencias. Surge entonces la amenaza del Colegio de Médicos que en la tarde de Reyes le comunica a Lalanda el regalito que le hace: expediente disciplinario con un año de suspensión del ejercicio. ¿El Motivo?:
por las acusaciones vertidas contra el servicio de urgencias y sus miembros, focalizadas en el Dr xxxxxx (jefe de servicio) pero no de forma exclusiva, y con la consiguiente alarma social que ha podido crear sobre el funcionamiento del servicio de urgencias de Segovia, sin fundamento, a tenor de sus publicaciones en prensa y redes sociales, teniendo en cuenta el poder de las mismas y el peso de la Dra Lalanda en los medios".
Es evidente que lo que más molesta de esta médico es que cuenta las miserias del sistema sanitario y la corrupción médica. Que haga uso de su libertad de expresión y tenga éxito, cree conciencia y reciba el apoyo de una parte importante de la Medicina y la sociedad.

Es obvio que lo que pretende el Colegio es callarla. Pero la población tiene derecho a saber qué ocurre en los ámbitos en los que se trata su salud y enfermedad. Y los profesionales están amparados por la Constitución para ejercer su libertad de expresión (aparte que es un deber ético y moral que tenemos todos de advertir situaciones injustas).

Yo apoyo a Lalanda, una mujer valiente que se ha atrevido como pocas personas a comenzar el año llamando la atención sobre la necesidad de cambiar el modelo de formación de los profesionales sanitarios, hoy en manos por lo general de las industrias.

En su post Cambiemos los congresos médicos no puede ser más clara y ofrece además propuestas concretas que quizá no interesen a quienes quieren que todo siga como está porque les beneficia.

Quizá por todo esto es por lo que quieren "cargarse" a Mónica Lalanda (y de paso generar el miedo suficiente entre la profesión como para que las voces críticas se callen y las que pudieran surgir no lo hagan).