La compañía farmacéutica Janssen Cilag, que pertenece al grupo Johnson & Johnson, reconoce como "causa probable" de la muerte del niño epiléptico Borja varias reacciones adversas al medicamento Invega que sufrió el pequeño. Documentos internos a los que he podido acceder así lo prueban. Aunque es de justicia reconocerlo es muy raro que los laboratorios reconozcan los daños que producen sus medicamentos.
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Borja murió a la edad de cinco años con probabilidad tras consumir el medicamento Invega del laboratorio Janssen. El niño era epiléptico pero le recetaron un fuerte fármaco para la esquizofrenia, tras un diagnóstico tardío y que sólo debía administrarse a mayores de 15 años.

El caso está plagado de irregularidades lideradas por la psiquiatra que atendió al pequeño.

Lo contamos en un primer post titulado El medicamento Invega es la probable causa de la muerte del niño Borja.

El asunto está en los juzgados tras recurrir la familia al Bufete Almodóvar & Jara. Pero, de momento, el juez no quiere ver lo que cuenta el propio laboratorio.

El documento firmado por Janssen que he consultado es un informe interno de seguridad que indica que la causa de la muerte del niño es probable que la causara su medicamento.

Para que esto lo ponga por escrito un laboratorio, es decir, que diga que su producto ha ocasionado las reacciones adversas que sufrió Borja y que le condujeron al deceso es que tienen que tiene pruebas de que es así.

Janssen reconoce que hay una Causality possible, una posible causalidad, entre la ingesta de su fármaco y la muerte súbita que sobrevino al niño. Y usa el mismo concepto para la hemorragia bucal, la hematemesis (vómito de sangre procedente del aparato digestivo) y la asfixia que Borja presentó antes de su fallecimiento.

También la descarga de secreción, la pirexia (fiebre) y la tos son atribuidas por el fabricante al tratamiento farmacológico con Invega.

La filial de J&J añade como posible causa de la muerte que el medicamento fue suministrado al paciente de modo inadecuado, como así hemos documentado la familia del pequeño, cuya madre es médico no lo olvidemos.

Así que está claro que el laboratorio atribuye la muerte del infante al medicamento que produce y como fabricante Janssen es quien mejor conoce el funcionamiento técnico y científico del tratamiento, su eficacia y su seguridad (o falta de la misma en este lamentable caso).

Hemos abierto un proceso penal que el juez de primera instancia ha sobreseído. Por supuesto, hemos recurrido para que el juez se lo piense y trate de corregir ese auto de sobreseimiento. Si no lo rectifica, acudiremos a la Audiencia Provincial de Madrid, es decir, a la segunda instancia penal.

Parece obvio que cuando muere un niño en unas circunstancias que el fabricante del medicamento al que se le achaca haber desencadenado ese fallecimiento, reconoce que puede ser por el fármaco lo que hay que hacer es investigar el asunto ¿no?

La familia, a pesar del dolor y de esta primera injusticia en los tribunales continúa trabajando para que la muerte de Borja no quede impune y que no vuelvan a ocurrir hechos tan impresentables (podéis ayudarles firmando la petición que han colgado en Change.org).