La música no sólo nos trae rápidamente recuerdos del pasado, sino que dependiendo del tipo de música (alegre, triste, tranquila o estridente) los recuerdos pueden ser positivos o negativos, y se reviven con mayor o menor intensidad. Son los resultados de un estudio que mide la capacidad de la música para despertar la memoria.
Robert_z_Ziemi
© Robert_z_Ziemi
Los recuerdos felices vienen a la mente mucho más rápido que los tristes, aterradores o pacíficos. Además, si escuchamos música feliz o pacífica, evocamos recuerdos positivos, mientras que si escuchamos música estridente o triste, nos vienen recuerdos negativos de nuestro pasado.

Estos son dos de los resultados de un estudio en el que los participantes accedieron a recuerdos de su pasado después de escuchar piezas desconocidas de música que variaban en intensidad o contenido emocional. El estudio fue realizado por Signy Sheldon y Julia Donahue, de la Universidad McGill en Canadá, y se publica en la revista Memory & Cognition, según se informa en un comunicado.

Los investigadores seleccionaron a 48 participantes con una media de 20 años de edad. A todos les pusieron a escuchar fragmentos de 32 piezas de piano que no conocían.

Las piezas se agruparon en cuatro categorías diferentes: alegre (positiva, alta excitación), tranquila (positiva, baja excitación), estridente (negativa, alta excitación) y triste (negativa, baja excitación).

Al escuchar las canciones, los jóvenes tenían que pulsar un botón desde que la música les evocaba un recuerdo. A continuación tenían que describir el recuerdo en una o dos frases, especificando cuándo y dónde había tenido lugar la escena que habían recordado.

También tenían que añadir la viveza del recuerdo evocado por la música, la energía que le acompaña y su intensidad, e incluso si la energía que desprende el recuerdo es positiva o negativa.

Lo que arrojó este estudio es que las músicas alegres evocan más recuerdos. Según los investigadores, la facultad que tenemos de recordar experiencias personales podría reflejar nuestra voluntad de sacar de la memoria recuerdos de las cosas buenas vividas, como una manera de generar una mejor imagen de nosotros mismos.

Según este estudio, el oyente de la música tiende inconscientemente a recordar las buenas experiencias de la vida, con la finalidad de guardar una representación positiva de los demás y de sí mismo.

Eso quiere decir que la música influye en la generación de recuerdos, por una parte, y que nos trae a la memoria recuerdos positivos o negativos dependiendo del tipo de música que escuchamos, por otra parte.

Recuerdos más intensos

Otra conclusión de la investigación es que la música positiva genera recuerdos más vívidos que la música estridente o triste.

Durante el experimento, las piezas de piano se tocaron sin seguir un agruparlas en un orden específico para la mitad de los participantes, es decir, que escuchaban indistintamente música alegre, triste, estridente o tranquila.

Sin embargo, a la otra mitad de los participantes se les ponían los diferentes tipos de música debidamente agrupados, por un lado la música alegre y feliz, por el otro la música triste y estridente.

De esta forma pudo apreciarse que el sistema que se sigue para escuchar música influye en la rapidez en que los recuerdos evocados vienen a la mente, así como en la nitidez del recuerdo atraído por la música.

Otra constatación del estudio es que, si se oye consecutivamente música alegre y feliz, los recuerdos no sólo son positivos, sino que además se viven con más intensidad, ya que los que escucharon la música aleatoriamente evocaron más los recuerdos negativos y se manifestaban con mayor nitidez.
Referencia

More than a feeling: Emotional cues impact the access and experience of autobiographical memories. Memory & Cognition, pp 1 - 14. DOI: 10.3758/s13421-017-0691-6